Tras un año muy duro, con tres cambios de pareja y envuelto en algunas polémicas, entre otras con su excompañero Ale Galán, Juan Lebrón comienza a sonreír y la próxima madrugada jugará su tercera final consecutiva en el circuito Premier Pádel.
El Lobo ha encontrado en Franco Stupaczuk la pareja que le complementa y, de momento, comandan la 'Race' de este año, ayudados en parte en la ausencia de sus rivales en Cancún y por los problemas que arrastra Agustín Tapia, que han impedido a los Uno ofrecer su verdadero nivel en los dos últimos torneos. Sin embargo, eso no quita sus logros ni la forman en que están ganando la mayoría de los partidos.
La alegría que ahora transmite Lebrón ya se pudo ver entre semana, cuando una cámara captó una frase que le dirigió a su compañero y en la que demuestra lo contento que está de compartir pista con él. "Si vos te morís, yo voy detrás tuya. Con mi compañero a muerte", decía el portuense en un descanso.
Su próximo reto será ganar a Ale Galán, al que nunca ha vencido desde que se separaron, y a Fede Chingotto, una pareja más consolidada que Lebrón-Stupaczuk, pero a la que ya han complicado este año. El gaditano y el chaqueño comparecieron juntos, relajados, antes de afrontar esta final del Santiago Premier Pádel P1 y allí se pudo ver la sintonía que hay entre ellos. Hasta desvelaron alguna broma...
“Tenemos muchas cábalas. ¿Querés que cuenta una?. El Lobo suele entrar a la cancha tomando una latita de Red Bull y yo toco para ver si está fría. Yo le digo ‘¿está fría, ‘Lobo?’ y me dice ‘sí, está fría’ y ahí ya entramos. Presten atención a partir de ahora... Voy a contar esa no más, hay muchas", bromeaba Stupaczuk.
Lebrón, por su parte, reconocía que es muy intenso y que el argentino ya debe estar "hasta los cojones" de él. "Aguantarme es muy difícil, es la verdad", afirmaba entre risas el andaluz.
Las bromas y el buen momento que atraviesan no quitan el gran esfuerzo que están haciendo y que les ha llevado a jugar tres semanas de forma consecutiva al enlazar tres finales seguidas. "Estamos cansados, nos duelen un montón de articulaciones. Hace más de 20 días que salimos de casa. Venimos de jugar en Cancún, luego en Miami y ahora en Santiago hasta el último día. Es un esfuerzo gigante, pero para esto entrenamos mañana y tarde porque sabemos que estas cosas pueden pasar. También trabajamos mucho la cabeza, ambos tenemos un psicólogo deportivo que nos ayuda e intentamos descansar el tiempo que podamos", confirmaba Juan Lebrón, quien ratificaba haber dejado definitivamente atrás la lesión que arrastró durante meses y cuyo esfuerzo está obteniendo recompensa.
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