Son muchos los enfrentamientos en los últimos años entre el
Málaga y el
Almería. Dos aficiones que se respetan mutuamente y que disfrutan de cada partido en la casa del rival, gracias al corto desplazamiento que apenas supera las dos horas de viaje en coche.
Un cara a cara histórico que no está ni mucho menos decantado claramente para ninguno de los dos equipos, pero en el que el Almería demuestra haber sido superior a lo largo de los años. En total, estos equipos se han visto 22 veces las caras y se han saldado con
9 victorias indálicas por 6 victorias malaguistas, sumando 7 empates.
Hay que remontarse tiempo atrás para ver al Málaga vencer al Almería en su propio estadio. En los últimos años, debido a la mala situación económica de los malagueños que contrasta con el músculo económico que ha traído
Turki Al-Sheikh al Estadio de los Juegos del Mediterráneo, el Almería ha sido superior.
Concretamente hay que retroceder hasta la sexta jornada de la temporada 2013/2014 en Primera División.
Un súper Málaga recibía a un Almería que terminaría salvándose en la última jornada del campeonato. Por entonces, la situación de ambos clubes era radicalmente opuesta. En aquel encuentro
el conjunto malacitano vencería a los rojiblancos por 2-0.
La de vueltas que da la vida, deberá pensar
Francisco Portillo. El que es ahora jugador importante de la UD Almería militaba por entonces en el club de sus amores, donde creció y se formó como jugador de fútbol. Era de hecho un jugador habitual en los planes blanquiazules y ya hacía gala de la tremenda calidad que demuestra cada partido con los colores de la elástica rojiblanca.
Corría el tiempo de descuento en La Rosaleda.
Vencía momentáneamente el Málaga tras un gol de
Tissone en la recta final del partido. El club malagueño quería perder tiempo en el córner almeriense, algo que conseguía hacer, de manera poco ortodoxa,
Roque Santa Cruz. La recuperaba Nélson pero por poco tiempo: se hizo un lío y el delantero malaguista le robaba la cartera.
Santa Cruz puso el centro atrás al área en busca de Francisco Portillo. El de El Palo realizaba un control orientado que dejaba sin cintura al poco hábil Trujillo. Corona también salía al paso, sin éxito.
El malagueño se zafó de los dos defensores, se dio la vuelta y casi sin mirar la portería de Esteban, colocó el balón en la escuadra almeriense después de que su golpeo imprimiera una parábola deliciosa, perfecta.
Este sábado Portillo volverá a la que fue su casa y, por el bien de los intereses del Almería, espera repetir el desenlace de aquel partido: golazo y traer de vuelta al Mediterráneo los tres puntos en juego.
Les será complicado, no cabe duda.