La
temporada del Málaga tuvo dos partes distintas y sin nada que ver una de la otra. Dos versiones radicalmente opuestas de un equipo que terminó por salvar la categoría la penúltima jornada de
LaLiga SmartBank y por deméritos de sus rivales. La primera, la comprendida desde el inicio de liga hasta principios de diciembre; la segunda, desde diciembre hasta final de curso.
Uno de los principales motivos para comprender la compleja temporada vivida por el Málaga CF se trata del bajo rendimiento de la defensa blanquiazul. Con un total de
57 goles recibidos en las 42 jornadas del campeonato liguero (promedio de 1.32 tantos encajados por partido), el
cuadro boquerón finaliza como el séptimo equipo de la Segunda División con más goles encajados.Mejorado los numeros con Pablo Guede en el banquillo, varias son las goleadas recibidas por los blanquiazules a lo largo de la campaña. Rivales como
Ponferradina, Burgos, Cartagena e Ibiza sonrojaron a los andaluces para enfado de una afición que no mereció sufrir tanto como lo hizo.
Las lesiones sufridas en defensa
(la de Juande principalmente) más sanciones y compromisos internacionales (Víctor Gómez) lastraron a una zaga que ha tenido un bajo rendimiento. De hecho, de los que intervinieron en esta parcela del campo,
aprueban muy pocos, y todos con baja nota. A continuación,