El Valladolid, con Weissman a la cabeza, calma la euforia blanquiazul en el debut de Pablo Guede en el banquillo blanquiazul. El israelí, con dos zarpazos en cuestión de cinco minutos, empató un encuentro que parecía imposible con el 2-0 para los locales gracias a los goles de Brandon Thomas y Álvaro Vadillo. A pesar de ello, La Rosaleda, que no pudo celebrar los tres puntos, se vistió de gala en un encuentro trepidante y muy emocionante. Con este punto, el Málaga se sitúa a siete por encima del descenso, mientras que los pucelanos son segundos y recortan a dos puntos la distancia con el líder, el Eibar, que jugará su duelo particular este próximo domingo.
La ilusión se instauró en
Málaga con la llegada de
Pablo Guede al banquillo blanquiazul. Así lo demostró La Rosaleda, presentado un ambiente espectacular para el
debut del argentino. Era el público (18.004 espectadores) quien marcaba el primero antes de empezar el choque ante el
Valladolid. Pero quien lo tenía que hacer de verdad eran los jugadores en el terreno de juego.
Planteó para ello un equipo sólido con Escassi haciendo de tercer central y Genaro Rodríguez por delante suya. Había que atacar desde la seguridad defensiva. Ya lo había avisado en rueda de prensa. En la zona ofensiva, Vadillo, Febas y Brandon eran los elegidos por Guede para tumbar al segundo clasificado de
LaLiga SmartBank. Salió el plan a la perfección. Como si de un sueño idílico se tratase.
En el minuto cuatro de encuentro, con la defensa visitante muy avanzada, un balón a la espalda de la zaga fue aprovechado por
Febas, que condujo el esférico hasta regalarle el gol a
Brandon Thomas, que anotó a placer.
Golpeaba primero el Málaga ante la locura desatada en
La Rosaleda. Mejor síntoma imposible. Quedaba un mundo, y mucho por remar. De hecho, dos minutos después,
Dani Martín sacaría una mano descomunal ante Weissman para salvar el empate de los pucelanos. Comenzó a entrar en juego para alegría de Pacheta tanto Roque Mesa como Álvaro Aguado.
Mejoraría así el
Valladolid, con más dominio y control del juego, aunque bien sabía Guede que el peligro estaba en las transiciones rápidas una vez recuperada la posesión. Lo había trabajado durante la semana y surtía
efecto en el partido.
También por el buen hacer del guardameta blanquiazul, que se eregía como
héroe a la media hora de encuentro. De nuevo, una mano providencial ante
Weissman permitía al Málaga seguir por delante en el marcador. Estaba en el guion del partido que había que sufrir. Ocurrió cuando el Valladolid dio un paso hacia adelante y presionó la salida de los boquerones, al que le duraba poco el balón y empezaba a presentar síntomas claros de
cansancio. Pedía a gritos el descanso ante una afición volcada con el equipo por su actitud y compromiso durante la primera mitad. Al descanso, Pablo Guede cumplía su cometido.
1-0 y 45 minutos para certificar la victoria.
Comenzaba el segundo periodo con cambio de cromos y de esquema por parte de Pablo Guede. Andrés Caro, con amarilla, dejaba su lugar a Antoñín modificando así la estructura en un claro 4-3-3 con Escassi y Peybernes como centrales. Era el de La Palmilla protagonista directo en la primera acción en ataque. Gracias a la presión incesante del delantero, un fallo de comunicación entre centrales y portero lo aprovechó Vadillo lejos del área para poner el segundo en el marcador. La intensidad surtía efecto y abría la ventaja para delirio de una afición que por fin sonreía.
La Rosaleda se vestía de gala para celebrar los primeros tres puntos del 2022. El último triunfo fue el pasado 20 de noviembre. Cinco meses después y en el primer día de Guede en el banquillo, vitoreado por su 'antigua y nueva' hinchada. Pero la Segunda División no acepta relajaciones y castiga a quien lo hace. Le sucedió al Málaga cuando más tranquilo se sentía. En un centro llovido al área, Weissman remataba al fondo de la red para recortar distancias en el electrónico. Los fantasmas del pasado regresaban por arte de magia a Martiricos.
De manera inexplicable, fruto del físico, se partía el equipo de Guede ante el peor enemigo posible. No tardó en aprovecharlo el Valladolid, consciente del miedo generalizado en el Málaga. Fue Plata, tras superar a Febas, quien encontró a Weissman, el cual anotó su segundo gol para igualar la contienda en cuestión de cinco minutos. El silencio se sobreponía a la euforia blanquiazul.
: Dani Barrio; Víctor Gómez, Andrés Caro (Antoñín, 45'), Peybernes, Javi Jiménez; Genaro, Escassi, Jozabed, Vadillo (Paulino, 65'); Febas (Ramón, 69') y Brandon (Adrián López, 65').
Valladolid: Masip; Luis Pérez, Joaquín, Kiko Olivas, Nacho (Morcillo, 79'); Monchu (Carnero, 79'), Roque Mesa, Álvaro Aguado (Plata, 56'); Sánchez, Toni (Anuar, 68') y Weissman (Sergio León, 68').
Goles: 1-0 (5'): Brandon Thomas anotó a placer un buen pase de Febas tras una gran transición ofensiva.
2-0 (49'): Vadillo aprovechó un fallo de Masip y los centrales para mandarla a guardar en su estreno goleador.
2-1 (59'): Weissman cazó de cabeza un balón llovido al área para reducir diferencias.
2-2 (63'): De nuevo Weissman. El israelí empujó un gran pase de Plata para poner el empate final.
Árbitro: Juan Luis Pulido Santana (Comité Las Palmas ).
Estadio: La Rosaleda.
Horario: 18:15h.
Pedro Martín7 min lectura