El
Málaga CF está dejándose puntos importantes en el camino para la salvación. La última derrota frente al
Fuenlabrada a domicilio supuso
un paso hacia atrás en la consecución de sus objetivos básicos. Ahora el calendario se hace un poco más cuesta arriba al enfrentarse a equipos de gran bagaje en Segunda división.
Pese a estar a siete puntos de la línea del descenso que marca la
Real Sociedad B, desde
Málaga se vive con cierta incertidumbre este final de temporada, puesto que
el equipo no asegura mucha confianza ante equipo que pudieran ser asequibles. Aunque también hay que alabar el complicado nivel de la Segunda división y que ningún equipo da todo por perdido.
La urgencia por conseguir puntos es notable en el
Málaga. En las próximas jornadas se enfrenta a equipos que se encuentran por encima del equipo de
Natxo González en la clasificación. El primero de ellos es el
Huesca, del que se esperaba mucho más esta temporada, pero que siempre compite con garantías.
El
Girona de
Stuani y compañía en
Montilivi es otro hueso duro de roer, ya que se encuentra en puestos de playoff. Después del equipo catalán le siguen dos de los equipos que descendieron el año pasado en
Primera división. El
Real Valladolid, tercero en la clasificación y con la garantía también de optar al ascenso directo no pondrá las cosas fáciles ni mucho menos. Luego está el
Leganés, realizando una temporada regular, pero que en casa tan solo ha concedido tres derrotas en lo que va de liga. Después le sigue el líder, el
Eibar, que poco se puede decir más de él.
Las Palmas (V), Real Oviedo (C), Tenerife (V), Burgos (C) y Lugo (V) cerrarían el mes de mayo y con ello la
Segunda división esta temporada en la que muchos aficionados esperan acabar pronto debido a la situación que ha estado viviendo el equipo malagueño en los últimos meses. No ha sido una temporada fácil para el
Málaga CF,
que ha superado un cambio de entrenador y varios problemas que no tienen nada que ver con lo que sucede en el terreno de juego.Se espera que el
Málaga con conseguir ocho puntos estaría matemáticamente salvado y se aseguraría una plaza en
Segunda división un año más. Pero el calendario lo hace más difícil aún, aunque los que se encuentren por debajo sigan sin sumar puntos.