Javi Ontiveros no entra en los planes de
Osasuna. El equipo por el que dejó tirado al
Málaga este verano le busca un destino a la desesperada donde poder concluir la temporada. Porque está claro que en el conjunto rojillo no tiene sitio y menos aún tras la eliminación copera.
Jagoba Arrasate se lo ha dejado bastante claro tras haberle dado sólo 36 minutos en tres partidos de Liga, más otros 140 en dos de Copa.
Casi al cierre del mercado de fichajes de verano,
Ontiveros ya había dado su palabra al director deportivo del Málaga, Manolo Gaspar, para regresar al club donde se hizo profesional y ofreció su mejor rendimiento. Pero cuando ya se dirigía por carretera al sur dio media vuelta para emprender camino hacia
Pamplona. Allí le esperaban con los brazos abiertos tras la importante
lesión de Kike Barja.Sin embargo, nada ha ido como el marbellí esperaba. Y ahora se lo quieren quitar de encima ofreciéndolo al mejor postor, tanto en Primera como en Segunda, a cambio de que, quien lo quiera, se haga cargo de la parte proporcional de su ficha.
Uno de esos equipos que ha recibido el ofrecimiento ha sido el Málaga, que además buscaba un extremo de sus características. Pero el recuerdo de la jugarreta del verano pudo más que la calidad indiscutible del futbolista y, finalmente,
se optó por incorporar a Álvaro Vadillo.Ontiveros sigue perteneciendo al
Villarreal, con el que
firmó un contrato hasta 2024 después de alcanzar un acuerdo con el Málaga de 7,5 millones de euros por su traspaso. Una cantidad que no se ha abonado aún en su totalidad.
Son 4 millones los que debe recibir el cuadro costasoleño, cifra que ingresarán cuando el
Al-Shabab pague al submarino amarillo por
N'Diaye. Si es que pagan, que está por ver a pesar de la amenaza de la
FIFA.
Mientras tanto, Ontiveros seguirá siendo rojillo, a sabiendas de que hace cinco meses tomó a la ligera una decisión que le ha complicado su futuro.