Aquella fue una eliminatoria de triste recuerdo para los madrileños que, alcanzando la penúltima ronda en la competición, vivieron uno de los momentos más épicos de su historia pero acabaron quedándose a las puertas de disputar el partido por el título.
El cuadro blanquiazul había arrancado su andadura contra el Valladolid, del que se deshicieron en los dos partidos por 1-2 y 1-0. Una dinámica ganadora que trasladarían al choque de ida contra el Villarreal, a quien superaron en casa por 1-0. Posteriormente, en la vuelta, la derrota por 2-1 no les privó de acceder a los cuartos de final.
Allí les esperaba ni más ni menos que el Real Madrid de la primera etapa de Zinedine Zidane. Una tarea complicada que se puso más cuesta arriba si cabe cuando un solitario gol de Asensio en los instantes finales de la ida en Butarque dejó el pase en bandeja a los blancos.
Sin embargo, en la vuelta y contra todo pronóstico, los leganenses consiguieron dar la sorpresa y llevarse una victoria inolvidable en el estadio Santiago Bernabéu por 1-2. El técnico francés del cuadro madridista acabaría reconociendo, tiempo más tarde, que fue uno de los varapalos más duros de su trayectoria en los banquillos.
Fue entonces cuando el Leganés tuvo a tiro tocar la gloria, con una plantilla en la que aún permanecían mitos del ascenso de Segunda B a LaLiga Santander como el entrenador Asier Garitano o el defensa argentino Martín Mantovani.
En el primero de los cara a cara contra los sevillistas, estos se adelantaron con un gol de Muriel. Pese a ello, ya en la segunda parte, los blanquiazules acabarían logrando la igualada por medio de Dimitrios Siovas.
Quedaba pues todo abierto para el enfrentamiento del Sánchez Pizjuán pero ahí fueron superiores los andaluces, que doblegaron a su rival por 2-0 gracias a las dianas de Joaquín Correa y de Franco Vázquez.
Fue uno de los nueve triunfos que el plantel hispalense ha logrado en dieciséis citas oficiales. La restantes se saldaron con cuatro empates a un gol y tres victorias de los madrileños. La última, eso sí, dejó cierto sabor a deuda pagada tras un incontestable 0-3 que les sirvió para sellar la tercera salvación en la máxima categoría del fútbol español.