El sufrido "no" al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, a principios de los años 2000 no fue la única ocasión en la que Totti pudo vestir otra camiseta además de la de la Roma. También clubes de Estados Unidos, de Emiratos Árabes y el Sampdoria italiano intentaron convencerle antes de que se retirara del fútbol, el 28 de mayo de 2017, con 40 años.
"Cada uno está libre de decidir. Tuve oportunidades al final de mi carrera, al extranjero y en Italia. Tenía dudas, quería seguir al fútbol, sentía que todavía podía dar algo. Pero un año o dos más al final no cambiaba mucho. El sueño de mi vida fue solo uno, el de llevar una sola camiseta, un año o dos con otro equipo habrían borrado todo lo que siempre seguí en mi vida", afirmó Totti en una entrevista a la televisión italiana "Sky Sport".
"Eran ofertas de América, Emiratos Árabes. El Sampdoria también me quería, el presidente (Massimo Ferrero) es romano y romanista y estaba dispuesto a darlo todo para que jugara allí", agregó.
Totti, que disputó 786 partidos en 25 años con la Roma, ganando el título liguero de 2001, reiteró su amor eterno por el club romanista y reconoció que todavía llora cuando vuelve a ver las imágenes de su último partido, un Roma-Génova del 28 de mayo de 2017.
El triunfo más importante de su carrera lo logró, sin embargo, con la selección italiana, cuando ganó el Mundial de 2006 en Alemania. Y es que Totti, que había sufrido una gravísima lesión en febrero de ese año, tuvo miedo de que no recuperarse a tiempo para aceptar la llamada del seleccionador Marcello Lippi.
"El 19 de febrero de 2006 me lesioné seriamente. Esa misma noche me operé, porque tenia fractura de peroné y de los ligamentos de un tobillo. Fue duro, en ese momento estaba seguro que no participaría en el Mundial. Esa misma noche (el doctor) Mariani me dijo que sería una lesión de 8-9 meses, pero que con mi fuerza de voluntad estaba seguro que iría al Mundial", dijo.
"El 20 de febrero vino Lippi a visitarme en la clínica. Vi el amor, las ganas que tenía de verme al Mundial. Cambió todo. Me dio la fuerza para salir de ese túnel. Mis compañeros también me dieron fuerza y gané la cosa más importante que un profesional puede ganar", prosiguió.
El excapitán de la Roma también repasó su vínculo de amistad con el tenista suizo Roger Federer y aprovechó para retarle a un partido de padel.
"Federer es el tenis, es un amigo mío. A menudo hablamos por mensaje. Tenemos una buena relación. Hay aprecio recíproco. Me identifico con él. Para mí es el tenis, y es un hombre ejemplar, positivo. Afortunadamente puedo decir que es mi amigo, un día le retaré a padel", bromeó.