Redacción deportes EE.UU., 3 ene (EFE).- El exjugador del Columbus Crew, el argentino Guillermo Barros Schelotto, vuelve al fútbol de la Liga Profesional de Estados Unidos (MLS) por la puerta grande después de haber sido confirmado como nuevo entrenador del Galaxy de Los Angeles.
En su primera entrevista ofrecida a través del equipo, el exentrenador del Boca Juniors, reconoció que aceptar la oferta que le presentó el Galaxy fue algo fácil porque es consciente que llega a una gran organización en la que su objetivo no será otro que el lograr un título de liga.
Un título que ya tuvo en su poder en la temporada del 2008 como jugador del Crew cuando también fue nombrado ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la MLS y de la gran final.
Ahora, Schelotto, de 45 años, se une al LA Galaxy después de completar su tercera temporada con Boca Juniors, donde llevó al histórico club a ganar dos campeonatos de la Primera División Argentina.
"Me siento honrado de ser entrenador del club más ganador de la MLS", declaró Schelotto. "Esta es una tremenda oportunidad para mí y estoy emocionado por comenzar a trabajar. El Galaxy ha sido durante mucho tiempo el referente en la MLS y estoy listo para llevar al club de nuevo a lo más alto".
Como jugador, Schelotto ganó seis títulos de liga y cuatro trofeos de la Copa Libertadores en 10 temporadas con Boca Juniors antes de fichar por el Crew en el 2007, a quien hizo campeón.
"Después de una extensa búsqueda, nacional e internacional, creemos que Guillermo será un fichaje emblemático para este club", declaró el nuevo gerente general del Galaxy, Dennis te Kloese. "Guillermo es un entrenador ganador que tiene experiencia como técnico, jugador y triunfador en grandes clubes".
Te Kloese está convencido que el estilo de juego ofensivo que le gusta a Schelotto y la familiaridad que posee de la liga será la combinación "perfecta" para que lleguen nuevos trofeos y campeonatos a las vitrinas del equipo y de la ciudad de Los Angeles.
"Ese es mi objetivo, además de darle al equipo un estilo de juego ofensivo que sea algo natural y que no cueste desarrollar, sin importar el campo en el que compitamos", valoró Schelotto, quien alabó el buen entendimiento que ha tenido desde el principio con te Kloese. "Desde el primer momento que me hizo la propuesta todo ha sido perfecto en la manera como vemos el futuro del equipo".
Schelotto, que reiteró que conoce muy bien la liga y el estilo de vida estadounidense, reconoció que el equipo tendrá que pasar por un proceso de adaptación al nuevo estilo que quiere trabajar y está convencido que con el talento extranjero y nacional que hay en la plantilla van a formar un gran conjunto y al final completar un "buen año".
El nuevo entrenador del Galaxy destacó que a parte de ser un gran honor el dirigir al Galaxy también es un "desafío" por todo lo que representa el equipo tanto dentro de la liga como en el panorama internacional del fútbol.
"Volver a colocarlo en lo más alto y luchar por un título que en los últimos años no han podido conseguir, sin duda, que es un gran reto, algo muy importante que fue también lo que me hizo decidir por aceptar el cargo", subrayó Schelotto.
En cuanto a como ve la competición actual de la MLS, a la que dejó en el 2010 cuando salió del Crew y regreso a Argentina, Schelotto reconoció que el cambio ha sido "importante", con un crecimiento en todos los aspectos y está convencido que seguirá con la misma tendencia en el futuro.
"Creo que va a seguir creciendo. Pienso que van a llegar nuevas aportaciones tanto de jugadores como entrenadores y le veo un futuro de crecimiento muy grande", concluyó Schelotto.
El gran debut oficial de Schelotto al frente del Galaxy será el primer partido de pretemporada que el equipo va a disputar el próximo 9 de febrero frente al Toronto FC, en su campo del Dignity Health Spots Park, antiguo Home Depot Center y StubHub Center, en Carson (California).
Mientras que el primer partido de apertura de la liga del Galaxy, con Schelotto en el banquillo, lo jugarán también en el mismo escenario, el sábado 2 de marzo, frente al Fire de Chicago.