"Seguiremos trabajando codo con codo (...) para hacer todo lo posible para celebrar unos Juegos seguros para todos", señaló el vicepresidente del COI John Coates en una rueda de prensa telemática celebrada al término de la comisión de tres días.
Los organizadores han depositado su confianza en la vacunación, una alta frecuencia de test (que prevén que sea diaria para los atletas) y la restricción de las actividades y movimientos de los asistentes para prevenir la propagación del virus, un supuesto que está detrás al creciente rechazo popular en el país hacia el evento.
El COI ha ofrecido ayuda en la vacunación y prevé que más del 80 % de los residentes de la Villa Olímpica lleguen inoculados a Japón. También esperan que el número de test diarios de la covid ronde los 50.000, según señaló la presidenta de Tokio 2020, Seiko Hashimoto.
Hashimoto indicó que para una puesta en marcha efectiva de los Juegos se están teniendo en cuanta tres factores: la reducción de asistentes, las restricciones de actividades y movimientos y la revisión de las necesidades médicas.
En la actualidad de contemplan la llegada de unas 79.000 personas de la familia olímpica, menos de la mitad de los 180.000 inicialmente previstos y una cifra que podría reducirse todavía más.
Aquellos que viajen a Japón deberán entregar un plan de viaje detallado, del que en principio no podrán salirse, y se moverán por el territorio en vehículos designados, entre otras medidas cuyo incumplimiento podría derivar en la retirada de sus credenciales.
Una de las tareas pendientes sigue siendo asegurar los medios y personal sanitario suficientes para el evento, en un momento de presión en el sistema nacional por la cuarta ola de covid en el país, cuyos territorios más poblados están en estado de emergencia, incluido Tokio, que alguno asesores piden prolongar.
Hashimoto señaló que la organización estima la necesidad de unos 230 médicos y 310 enfermeras al día para atender las necesidades de los participantes, mientras sigue negociando la colaboración con varios hospitales de la capital y los alrededores.
Todavía está por decidir si las competiciones contarán con público, algo que "dependerá de la propagación de la infección" y del "estado del sistema médico", dijo Hashimoto. La organización ya ha anunciado que no habrá público llegado del extranjero.
Preguntados sobre la hipotética celebración de los Juegos con un estado de emergencia vigente en el territorio, el vicepresidente del COI se mostró "absolutamente" a favor, teniendo en cuenta "los eventos de prueba exitosos durante el estado de emergencia" y otras competiciones deportivas a nivel internacional.
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DESCONTENTO SOCIAL
Frente al optimismo de los organizadores, las encuentras más recientes elaboradas por la prensa japonesa muestran que más de un 80 % de los consultados creen que sería adecuado volver a posponer o cancelar los Juegos por el temor a que su celebración empeore la situación de la covid en el país.
En las últimas semanas se han sucedido las concentraciones en la capital en contra del evento deportivo, la más reciente hoy mismo a las puertas de las oficinas de Tokio 2020, donde en torno a una decena de personas desafió la tarde lluviosa para protestar.
En este sentido, Coates señaló que cree que podría existir una relación entre este porcentaje "y el bajo porcentaje de vacunados" en Japón, donde apenas el 5 % de su población objetivo han recibido al menos una dosis, y se mostró convencido con que "cuando la vacunación mejore, las encuestas también lo harán".