La visita de Bach a Japón tendrá lugar después de cancelarse los planes para su viaje al país a mediados de mayo, debido a la declaración de un nuevo estado de emergencia sanitaria en las principales regiones niponas por la cuarta ola de contagios de coronavirus.
Su visita formará parte de "las operaciones de coordinación" sobre el terreno para Tokio 2020, cuya inauguración está prevista el 23 de julio, señaló el vicepresidente del COI, John Coates, en una carta dirigida en la víspera a los representantes de comités nacionales.
Coates, además, tiene previsto viajar a Tokio el 15 de junio para participar en los preparativos de los Juegos sobre el terreno junto al comité organizador, en los que se ultimarán los detalles para el evento deportivo.
El vicepresidente del COI admitió las "dificultades" que han afectado al movimiento olímpico desde el inicio de la pandemia, y recalcó el compromiso del organismo internacional y de los anfitriones nipones para "organizar unos Juegos seguros" y para que Tokio 2020 "sea la luz al final del túnel".
Coates se dirigió así a los representantes de los comités olímpicos nacionales el mismo día en que arrancó la última comisión de coordinación entre el COI y los anfitriones nipones, una serie de reuniones por vía telemática que se prolongarán hasta este viernes.
En el inicio de la reunión, Bach afirmó que se espera que el 80 % de los deportistas y miembros de comités que se alojarán en la Villa Olímpica llegarán vacunados a Japón, y ofreció la ayuda del COI a través de las aportaciones de personal médico de los comités nacionales para cubrir las necesidades de recursos sanitarios en Japón durante los JJOO.
Bach trató de despejar así la preocupación existente en Japón por el riesgo de que los Juegos empeoren la situación de la pandemia en el país, que está detrás del rechazo mayoritario de los japoneses a la celebración del evento -según las encuestas-, y de la petición presentada para cancelar los JJOO por el principal sindicato médico del país.
Tokio y el resto de las principales regiones niponas se encuentran bajo nuevas restricciones en el marco del estado de emergencia sanitaria, que se prolongará en principio hasta finales de este mes, y mientras se han registrado cifras récord de casos graves de covid-19 y la campaña nacional de vacunación avanza con lentitud.