¿Por qué tenemos los 'huevos' colgando?

Siempre se ha dicho que el cuerpo humano es la máquina más perfecta que existe. ¿Es eso cierto? Chip Rowe se ha encargado de 'desmentirlo' con un artículo llamado 'Top 10 de fallos de diseño en el cuerpo humano', publicado en Nautilus, en el que desgrana hasta diez imperfecciones que no han 'evolucionado' buscando la perfección sino buscando su utilidad y que algunos animales sí tienen más evolucionadas que nosotros.

Ya sea la poca solidez de la columna vertebral, la poca flexibilidad de las rodillas, que sólo giran en dos direcciones, unas pelvis demasiado estrechas... el cuerpo humano ha ido evolucionando determinadas partes no para que fueran perfectas sino para que funcionaran, son lo que Nacho Palau (Microsiervos) denomina los 'hackeos' de nuestro cuerpo. Y entre esas diez imperfecciones se encuentra el hecho de que tengamos los testículos tan expuestos y vulnerables.

Hay otros animales, como los elefantes e incluso los pájaros o los delfines, que tienen los tienen en el interior a salvo de golpes y otros percances. Y el ser humano no. ¿Por qué? Pues tiene que ver con la temperatura del esperma. Los testículos están colgando y a la intemperie porque los espermatozoides debe mantenerse entre 2,5 y 3 grados Fahrenheit por debajo de la temperatura del cuerpo. Y así están relativamente inactivos y aletargados hasta que se activan con el calor de la vagina.

Tal vez no fuera la mejor solución (otros casos así lo demuestran), pero es la que ha encontrado nuestra evolución y también la de otros animales. No somos los únicos que tenemos un par...