No son pocas las leyendas del motociclismo que ha dejado España a lo largo de la historia, y pese a que en el siglo XXI destaque por encima de todo Marc Márquez, hay dos nombres que estaban antes de él y es imposible no nombrarlos cuando echamos la vista atrás, y estos son Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. El catalán llegó tras arrasar en categorías inferiores, y pese a no llegar a tocar las mieles de ser campeón del mundo de MotoGP, sobre todo por culpa de su físico, siempre será recordado como uno de los mejores; mientras que el balear llegó tras una trayectoria similar en las categorías de formación, y él sí, acabó con el dominio de Valentino Rossi para conseguir el campeonato.
Los años han pasado, y ambos han dejado de ser los acérrimos rivales que eran para continuar sus caminos; el balear en los coches, disputando diferentes pruebas, y alejado del motociclismo, hasta que encontró una nueva visión del mismo en la comunicación, primero comentando en DAZN, y después en su podcasts, 'Duralavita', que es precisamente el marco para juntarse con 'el pequeño samuraí', quién además de ser compañero suyo en las retransmisiones, es probador de KTM, y ha corrido varias carreras en los últimos años.
Ambos han compartido entrevista, y han desvelado muchas cosas de sus años en el paddock. La más reveladora ha corrido a cargo de Pedrosa, al confirmar que estuvo muy cerca de salir de Honda en 2017, para firmar por Yamaha. Lorenzo dejó la marca del diapasón para probar suerte en Ducati, y los japoneses buscaron al 26, pero finalmente no terminaron de llegar a un acuerdo y en la moto acabó Maverick Viñales, algo que le dolió al catalán. "Desde que era tu rival siempre quise llevar tu moto por sus cualidades, me quería ver montado en una. Esa vez fue la que estuve más cerca".
El duelo dialéctico dejó muchas cosas a destacar, una de ellas es que ambos, otrora rivales, ahora compañeros, se tenían muchas ganas cuando compartían pista, tanto que Lorenzo llegó a odiar a Pedrosa. "No puedo negar que ha habido momentos en los que mi rival directo, y mi motivación directa eras tú. Por tanto, a la vez, llegué, por momentos, a odiarte". No obstante, esos momentos tan tensos, en los que incluso Juan Carlos I tuvo que juntarles las manos en un podio para que se saludaran, han quedado atrás, y ahora, se respetan.