El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) podría proclamarse matemáticamente campeón del mundo de MotoGP por quinta vez este fin de semana en el Gran Premio de Japón, si bien reconoció sentirse como "como si fuese un fin de semana más".
"Ni estoy nervioso, más bien muy tranquilo, porque no es la última carrera", declaró.
"Si fuese en Valencia como el año pasado, sí que estaría más nervioso, sí que habría mariposas en el estómago, pero ahora sabemos que tendremos más oportunidades de aquí al final del año y por eso se afronta el fin de semana como uno más", recalcó Márquez.
Aunque enseguida afirmó que lo intentará conseguir en Japón porque "es la primera bola de partido".
"Y tengo ganas de ser campeón, como las tenía en la primera carrera, pero no porque sea un circuito más especial, aunque está claro que para los japoneses sería importante y estarían muy contentos, pero estarán igual de contentos, creo, si lo conseguimos en otra carrera, al final es concluir el final del trabajo", añadió.
"Durante el fin de semana veremos la situación y el domingo veremos hasta dónde se puede llegar, si se puede intentar ganar, luego veremos si se puede o no, si estoy en la situación de Tailandia y Aragón o en la de Brno y Misano", explicó el piloto de Repsol Honda.
Al referirse a su ventaja de 77 puntos dijo que "da para mucho", pero incidió en el hecho de que no quería caerse "y perder 25 puntos de golpe". "Si no se puede ganar intentaré sumar los máximos puntos posibles porque esto es lo que vale y ahora vienen tres carreras seguidas y hay que saber gestionar el riesgo".