La próxima temporada de Fórmula 1 puede marcar un antes y un después en la historia de la categoría reina. Lewis Hamilton deja atrás su brillante etapa en Mercedes para buscar hacer historia vestido de rojo. El británico tratará de convertirse en el piloto más exitoso del Gran Circo, superando a Michael Schumacher, de la mano de la escudería más laureada, Ferrari.
Y para ello contará con un aliado muy especial que le ha acompañado durante toda su carrera: la suerte. Nadie duda del talento al volante de un siete veces campeón del mundo, pero es cierto que ha tenido la suerte de cara siempre que la ha necesitado. Exceptuando una temporada, la de 2016, en la que pagó el precio de su saldo positivo con el azar.
No se sabe si es por la frase que tiene tatuada en la piel, Still I Rise (todavía me levanto) acompañada de una cruz, o más bien ha hecho un pacto con el diablo, pero Hamilton siempre tiene la fortuna de su parte. Su primer mundial lo ganó tras un sorprendente fallo en el coche de Timo Glock en las últimas curvas, cuando Felipe Massa y su alrededor ya festejaba el título para el brasileño.
Después se encontró con una auténtica apisonadora en Mercedes, con un monoplaza dominante al que nadie podía hacer frente. Y cuando tuvo algo de competencia, con Sebastian Vettel peleando por el mundial en Ferrari, fueron los fenómenos climatológicos los que le echaron una mano. La escudería italiana conseguía mejores resultados en seco, pues cada fin de semana llovía en la correspondiente ciudad marcada en el calendario. En su nueva andadura en Ferrari no va a ser diferente, y su octavo mundial es más que factible.
El equipo de Maranello lleva años sin parecerse a lo que una vez fue, la gran referencia de los circuitos. Los italianos llevan más de 15 años sin oler un campeonato, desde el triunfo de Kimi Raikkonen en 2007, y con su rendimiento de los últimos tiempos no tenían ni opciones. Sin embargo, fue anunciar el fichaje de Hamilton para 2025 y las cosas empezaron a funcionar. Los equipos punteros de la parrilla empezaron a estar más igualados y los italianos han estado a punto de volver a conquistar un mundial de constructores.
Además, Leclerc también ha se ha quedado a un paso de colocarse segundo en la clasificación, tras Max Verstappen, que consiguió demasiada ventaja en la primera mitad del año como para perder el liderato. Pero en 2025 todo empieza de nuevo, y hay muchas expectativas en la escudería italiana.
"El año que viene tenemos una buena oportunidad. Estamos mejorando colectivamente y el ambiente es bueno y esto es muy importante. Creo que la sensación en el equipo es que nosotros, lo que me gusta, es que todos tenemos la sensación de que podemos hacer un trabajo mejor" reconoce Fred Vasseur, jefe de Ferrari. El equipo de Maranello es un potencial candidato, y el octavo mundial de Hamilton es más que factible a final de año.