Max Verstappen es el nombre principal de la 'silly season' en este momento y mientras haya alguna posibilidad de que cambie de escudería condicionará el resto de operaciones entre los dos equipos que podrían darle acomodo, con el que tiene contrato, Red Bull, y con un Mercedes que no para de soltarle 'pildorazos'.
Esa presión se ha transformado en una guerra abierta. En la que ya no se esconde nadie y en la que los principales cabezas visibles, Christian Horner y Toto Wolff, se lanzan puyas sin dudarlo.
El CEO de la escudería energética, Oliver Mintzlaff, ya se mostró hace unos días muy crítico con Mercedes, pero ha sido Horner el que ha subido el tono después de que tanto Toto Wolff y Zak Bronw, director ejecutivo de McLaren, dijeran que los ingenieros de Red Bull estaban pidiendo trabajo en las otras escuderías punteras.
"Por supuesto que siempre va a haber movimientos entre equipos. No sé cuánta gente ha contratado McLaren este año. Nosotros hemos fichado a 220 personas de Mercedes. 220 de HPP –Mercedes AMG High Performance Powertrains– a Red Bull", afirma Christian Horner, que en las últimas semanas ya ha avisado varias veces a Wolff para que se preocupe de lo mal que va su escudería antes de hablar de lo que ocurre en Red Bull. "Cuando hablamos de perder gente, yo estaría más preocupado por las 220 personas, que por uno o dos currículums. Los dos candidatos implicados hablan mucho. No me voy a dejar llevar por un 'ojo por ojo'. Me centraría más en los problemas que tiene Toto. No tengo ninguna preocupación por la fuerza y la profundidad de Red Bull", añadía en Sky Sports Christian Horner.
En ese mismo medio contestaba Toto Wolff, quien volvió a dejar en el aire una posible reunión con Verstappen en los próximos días. Con una ambigüedad que es la que está molestando en Red Bull. "Siempre hay muchas reuniones", decía irónicamente el austriaco.
"Creo que hemos hablado de las posibilidades. Quiero ser justo con estos muchachos y no hacer que parezca que estamos jugando al ajedrez con humanos, porque no lo estamos haciendo. Creo que queremos tomarnos nuestro tiempo, ver hacia dónde va el pensamiento de Max y, al mismo tiempo, monitorear a los otros pilotos", añadía un Toto Wolff que no tiene ningún problema en nombrar al piloto de su oponente, ni reconocer que la alternativa es Carlos Sainz. "Carlos volvió a ser muy fuerte en Miami y es por eso que estamos un poco en ‘modo de observación’ en este momento", avisó.