El HANS (Head And Neck Support Device; en español, Soporte para cabeza y cuello) es un collarín diseñado para reducir considerablemente el riesgo de lesiones en la cabeza y el cuello de los pilotos de automovilismo y motociclismo provocadas por la enorme desaceleración que sufren al colisionar bruscamente. También es útil en golpes laterales, ya que impide que la cabeza contusione contra los bordes del habitáculo del monoplaza. Comenzó a exigirse a los pilotos de las principales competiciones a partir de principios de la década de 2000.
El HANS se fabrica principalmente con fibra de carbono y tiene un peso de entre 600 y 700 gramos. Se coloca sobre los hombros y tras la nuca del piloto, quien va a su vez anclado al casco y al respaldo del asiento del vehículo mediante cinturones y ganchos. Como inconveniente, este dispositivo limita mucho el movimiento del cuello dentro del coche, por lo que los pilotos deben ejercitar e incrementar la forma física de cuello y hombros para evitar calambres y dolores musculares. Además, a mayor número de cinturones y anclajes, mayor será el tiempo que tarde en abandonar el vehículo en caso de accidente o incendio. Pero, y pese a estas desventajas, los beneficios son tales y su eficacia tan demostrada que se hizo obligatorio en la Fórmula 1 desde la temporada 2003. En otros deportes, como el Campeonato Mundial de Rally, también es obligatorio.
La invención del HANS corresponde al profesor estadounidense de biomecánica de la Universidad de Míchigan Robert Hubbard, quien lo desarrolló en la década de 1980. Diseñó este artilugio como consecuencia del accidente mortal que sufrió un piloto y amigo suyo, que, a causa de la fuerte desaceleración, se fracturó los huesos cervicales. El doctor, fallecido en 2019, colaboró con la compañía General Motors en su programa de seguridad automovilística. Su primer prototipo fue desarrollado en 1985 y luego sometido a las pruebas de choque en 1989, logrando reducir la energía liberada tras el impacto en un 80%. El Dr. Hubbard fundó la empresa Hubbard Downing Inc, que se encargó del desarrollo, fabricación, manufactura, venta y promoción del HANS en 1991.
En cuanto a la F1, la FIA recomendó su uso, en pruebas, durante la temporada 2003, mientras que fue obligatorio en la temporada 2004. La primera persona en comprobar la eficacia del HANS en la Fórmula 1 fue Fernando Alonso, durante el Gran Premio de Brasil de 2003. Y es que Mark Webber había sufrido un accidente y dejó la pista llena de restos metálicos y plásticos. Poco después, pasó el piloto asturiano a unos 250 kilómetros por hora y chocó con una de las ruedas del monoplaza del corredor austríaco para terminar impactando contra un muro a 200 kilómetros por hora, realizando tres trompos y dejando el coche inutilizable. La carrera se paró totalmente y Fernando Alonso pudo quedar en tercera posición. Finalmente, sólo sufrió dolor en la pierna y se salvó de haberse hecho mucho daño en el cuello gracias a este aparato. Ese mismo año, a Ralph Firman, en los libres del Gran Premio de Hungría de 2003 se le desprendió el alerón trasero e impactó lateralmente a 250 km/h. Únicamenre quedó inconsciente por un momento.
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