En un campeonato tan cerrado como la Fórmula 1, todo está ajustado al milímetro y por eso mismo cualquier error se penaliza en gran medida. La FIA limita todo mucho a los equipos, ya sea en los tests que pueden hacer, como sobre todo en los componentes. Por culpa de los límites salariales, y en pro de la competitividad, se limita por ejemplo el número de motores, ya que solo se pueden usar cuatro unidades de potencia. Esto es un problema para Max Verstappen, que en Barcelona tuvo que montar el cuarto y último, y eso casi con total seguridad va a dejar al de Red Bull con una penalización dentro de unos grandes premios.
Hay que remontarse a Canadá, cuando en Montreal los austriacos montaron el viernes su tercera unidad del curso, pero duro poco, tan poco que en la segunda sesión el tricampeón del mundo tuvo que volver a boxes por un fallo en su unidad, y ya no pudo volver a salir. En ese momento se pensó que era un problema con el sistema de recuperación de energía, sin embargo, esa avería que parecía eléctrica, finalmente pudo haber afectado al sistema de combustión interna. Por eso motivo Honda tomo una decisión drástica, llevarse el motor de vuelta a Japón para analizarlo y conocer si había alguna posibilidad de volver a ponerlo en el coche.
El de Hessalt fue muy claro y recalcó que para él era "más importante" averiguar lo que realmente le sucedía al motor y qué tipo de implicaciones tendría, ya no para ese fin de semana, si no el resto del año. Y es que ahora, varias semanas después de aquello, y en los que la unidad está en Japón, no ha habido ninguna noticia positiva, y de hecho, no son precisamente optimistas, porque si las pruebas hubieran funcionado, ya lo tendrían de vuelta en el box.
Una vez 'quemados' los cuatro motores disponibles, cada uno que se usa de más supone diez puestos de penalización en parrilla, y es casi imposible que los de Milton Keynes eviten que más pronto que tarde tengan que sufrir una de estas con su piloto estrellas. O así lo piensa el director del equipo, Christian Horner. "Tendríamos que ver cómo se desarrolla en las próximas carreras, pero creo que es inevitable que tengamos que cambiar de motor en algún momento". En un año como este, donde no son tan superiores como antaño, y McLaren, Ferrari y Mercedes les pisan los tales, tener una desventaja así puede ser un golpe muy duro y hacerles perder muchos puntos.