Esta temporada de Fórmula Uno ha abierto una gran brecha entre los pilotos y la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), el máximo organismo del automovilismo a nivel mundial. Las decisiones de esta Federación siempre se han puesto en duda por algunos afectados, criticando las sanciones u opinando diferente, pero esta temporada la FIA ha quedado en evidencia.
Este año la FIA ha aplicado más mano dura que nunca, provocando que los protagonistas de la parrilla estallasen y hayan creado un sindicato de pilotos para poner freno a lo que ya consideran que es un abuso de poder. Ahora, esta guerra se vuelve a poner candente, ya que la FIA ha triplicado sus ingresos esta temporada debido a las multas que han aplicado a diferentes pilotos y equipos, un dato que no ha sentado nada bien a los pilotos, que ya denunciaron falta de transparencia de la organización respecto al dinero recaudado.
Y los últimos datos vana a echar más leña al fuego, ya que la FIA ha recaudado 332.900 euros entre todas las multas impuestas a los pilotos y a los equipos. Una cifra tres veces mayor que la temporada anterior y que cada vez preocupa más en el Gran Circo. Especialmente después de que los miembros de la parrilla pusieran en duda el destino de este dinero y pidieran más claridad a la hora de explicar para qué se invertía el dinero de estas sanciones.
Y lo peor es que no parece que esta lucha vaya a ir a menos, de hecho es todo lo contrario. En esta campaña la FIA y los comisarios han aplicado diferentes criterios a la hora de sancionar a los pilotos, diferentes multas según cada carrera y una incongruencia total que ha levantado todas las alarmas en la parrilla. Y que ahora da un paso más con la gran cifra que han recaudado a base de sanciones.
Aunque fue George Russell el que propuso una unión entre todos los pilotos contra su rival común, la FIA, ha sido Verstappen el máximo representante de esta lucha. El punto álgido de esta 'guerra' llegó cuando la máxima organización del automovilismo anunció que sancionarían a los pilotos por el uso de un 'lenguaje inapropiado'. Una decisión que el neerlandés rápidamente criticó y por la que se llevó un castigo de servicios comunitarios, algo nunca visto en la categoría reina.
De hecho, el tetracampeón ha ido un paso más allá y ha amenazado con dejar la categoría, siendo él uno de los principales atractivos, si la situación seguía así de insostenible, con la FIA diciéndoles todo el rato lo que deben hacer y aprovechando la mínima para ir contra ellos. Por lo que no sería sorprendente si Max deja algún recado a la organización tras conocer la cifra que se van a embolsar, como viene siendo habitual en él.