No este siendo el 2024 el año de Fernando Alonso, y es que el influjo de energía tras su llegada a Aston Martin, que permitió soñar durante gran parte de 2023 a la afición española con la victoria número 33 del asturiano en la Fórmula 1 ya se ha agotado, y ahora mismo, después del final de la pasada campaña y de la campaña que ya lleva nueve grandes premios disputados, solo queda esperar milagros. Los que provoque el propio Alonso con las manos que tiene, que a sus 42 años le siguen permitiendo ser uno de los grandes de la parrilla, o los meteorológicos, que precisamente son los que desea que aparezcan este fin de semana en Barcelona.
En su vigésimo primera participación en una carrera en Montmeló, el de Oviedo espera que aparezca la lluvia, pues pese a las mejoras, su AMR24 no termina de explotar, y necesita una pequeña ayuda del cielo, porque no se ve haciendo grandes cosas en seco. "Casi prefiero una carrera en mojado". No obstante, lo que si va a tener es un gran apoyo desde la grada, que va a pasar de la míticas marea azul de sus tiempos de Renault, cuando fue dos veces campeón del mundo, a una 'marea verde'.
"Aquí siempre he sentido el apoyo del público; en los buenos y en los malos momentos. Está muy bien tener a dos españoles aquí, porque tenemos dos posibilidades". No obstante, no tardó mucho en reconocer que "en realidad" cree que este 2024 la afición español solo tiene opción de acabar escuchando su himno, la de Carlos Sainz, a quien eso sí, ve capaz de lograrlo. "Espero que Carlos tenga la opción de ganar. Y como él dijo, si nos remontamos a hace dos carreras, en Mónaco, Ferrari, ya sabes, fue el más rápido allí. Aquí es bastante diferente a Mónaco, pero puede darse la opción".
Lo que no puede negar es que conoce el trazado barcelonés como nadie, pues ha dado "millones de vueltas" en él; porque, en el pasado, los test de invierno también se hacían allí, pero ahora son en Bahréin. De hecho, él sabe lo que es ganar en Montmeló y espera poder romper con los malos presagios. "Han pasado muchas aquí y es una carrera que conocemos bien. Siempre es una carrera especial, es un Gran Premio sensacional, porque corremos delante de nuestro público, y además suelen venir familiares y amigos". En todo caso, llama a la calma y es consciente de que un gran resultado no es lo que espera.