Carlos Sainz recibe el primer golpe en Williams

La llegada de Carlos Sainz a Williams ha levantado a un equipo histórico que estaba caído en los últimos años y que se ha vuelto a ilusionar en estos últimos meses. Sus resultados en los test de Bahrein así lo podían indicar, aunque ahí, la escudería de Grove, previsiblemente, vació sus depósitos y permitió que el español acabara con el mejor tiempo de todos los competidores y que Alex Albon estuviera arriba todas las jornadas.

Eso no quita que tanto Williams como Carlos Sainz se hayan mostrado ilusionados con lo que están viendo, aunque todos, incluido el madrileño, siguen apuntando al futuro y al 2026 antes que a una temporada en la que saben que siguen en la llamada zona media, con Aston Martin, Haas, etc.

El trabajo de Sainz ha sido exaltado por su jefe James Vowles. Y él ha reconocido estar muy involucrado en la progresión del coche. Pero no todo es de color de rosa. Y en este sentido, uno de los problemas que ha encontrado a su llegada a Williams ha sido un simulador deficiente, sobre todo, comparado con el que tenía en Ferrari, que cuenta con uno de los mejores de la parrilla. Carlos Sainz ha advertido a su nuevo equipo de la importancia de mejorar este aspecto si quieren crecer. Si no para este año, sí para el ambicioso proyecto que están construyendo de cara al futuro.

"La pista siempre tiene que ser la referencia, pero el simulador no debe utilizarse si no es parecido a la pista", asegura un Sainz que reconoce que es una de las cosas que ha 'traído' de Ferrari a Williams y que le ayudarán a mejorar. "Dejar mi huella es una de las primeras cosas que he intentado hacer. El simulador es una de las mejores armas que tiene un equipo de Fórmula 1", añade el piloto madrileño, quien sabe que para ellos es fundamental trabajar cobre algo con lo que luego se van a encontrar en pista.

Ese entusiasmo también se transmite en las ganas de trabajar. Los equipos están ilusionados y el compañero de Sainz, Alex Albon, también se ha venido arriba. Así lo reconoce un James Vowles, jefe de Williams, que está encantado con ello. "Tenemos dos líderes que se presionan mutuamente y presionan al equipo para cada detalle que podamos comenzar a sacar a la luz. Están absolutamente entusiasmados y motivados para que este equipo tenga éxito. Casi tenemos que contenerlos un poco, así que nos estamos dejando llevar", admite el británico, quien se felicitaba con poder contar con "un experto que ha ganado carreras", que se ha compenetrado muy bien con su nuevo compañero y que puede decirle donde está el equipo.