En las últimas horas no han sido pocos los homenajes y despedidas que Carlos Sainz ha recibido por parte de Ferrari, el más especial de todos ellos sin duda alguna el que le dio la escudería en Manarello, donde pudo conducir junto a su padre un monoplaza del 2022, en un acontecimiento precioso y emocionante. Allí había una persona que sorprendía ver, Charles Leclerc. Porque siempre se ha dicho que la relación entre los dos compañeros de equipo no era la mejor y de hecho, había cierto pique. Sin embargo, el hecho de verlo allí, sumado a que Fred Vasseur, jefe de equipo ferrarista, confirmó que no estaba obligado a estar, dejó claro el cariño que se tienen. Y el propio Sainz lo ha querido expresar con unas bonitas palabras hacia él.
El madrileño ha recalcado que la relación con el monegasco no es ni mucho menos como los medios han querido exponer y que realmente se llevan muy bien, sobre todo cuando no están compitiendo. "Fuera de la pista nos llevamos realmente bien y nos divertimos mucho. Tenemos muy buenas conversaciones. Creo que hablamos de cualquier tema que puedas imaginar”. Aunque claro está, cuando comparten asfalto es algo totalmente diferente. “En la pista, hemos tenido nuestras diferencias, nuestras rivalidades, nuestros fines de semana fantásticos y los más difíciles". No obstante, si algo quiere resaltar, es que entre ellos siempre han sido "limpios".
Pese a estas declaraciones es imposible pasar por alto que hace unas semanas, en el GP de Las Vegas, Charles Leclerc estalló por radio, algo que sorprendió por la vehemencia con la que se dirigía al propio Carlos, y eso lo ha explicado muy bien el español. Y es que él también ha estado así de cabreado muchas veces, solo que trata de no vocalizarlo públicamente, algo que el monegasco no fue capaz de controlar en el trazado de Nevada, aunque eso no daña ni mucho menos su gran relación.
Siempre se ha dicho que es imposible tener amigos en la parrilla, pero ellos, aún sabiendo que son sus primeros rivales, saben que hay veces que uno odia al otro y viceversa y tratan de llevarlo lo mejor posible, y claro está, tener cuidado con las radios. "Intentamos no usar la radio. La radio hace que las cosas parezcan más grandes de lo que realmente son cuando volvemos y nos sentamos juntos y digerimos lo que ha sucedido”. Porque al final, lo que han tenido claro es que hay algo más grande que ellos, que es Ferrari.