Flavio Briatore es una de las personas más polarizadoras de la Fórmula 1, pues salió por la puerta de atrás del paddock después del famoso 'crashgate' que dio la victoria a Fernando Alonso en Singapur, pero finalmente, tras mucho tiempo defenestrado, ha vuelto al certamen, y eso sí, con un trabajo de los verdaderamente difíciles, reflotar a Alpine. La escudería francesa lleva unos años yendo cada vez más a menos y este 2024 ha tocado fondo, hasta el punto de que pelean por no ser el último equipo. Y por eso acabaron optando por fichar al italiano, que llegó con las ideas claras y con dos sueños en forma de fichajes imposibles, que sin embargo no llegaron a confirmarse, pese a que lo intento todo.
Y es que en una entrevista en la Gazzeta dello Sport ha reconocido que sus fichajes frustrados son Carlos Sainz y Adrian Newey, pero finalmente no pudo llegar a un acuerdo con ninguno de los dos, y ahora son parte del futuro de Williams y Aston Martin. Es cierto que lo del ingeniero inglés era casi imposible por competencia y dinero, ya que no hubo un solo equipo que no preguntara por él. Pero en el caso del madrileño es diferente.
Y es que una vez que se quedaron sin asiento los grandes equipos, las opciones de Sainz eran muy pocas, principalmente Audi o Williams, pero en ese momento se optó por prescindir de Ocon y quedó libre un puesto con los de Enstone, sin embargo, no pudieron culminar un acuerdo que parecía fácil, tanto por la presencia de Briatore como por el hecho de ser un constructor, pero acabó en Williams, que le ofrecía cosas similares, aún como equipo cliente. Y esto no habla bien del proyecto ni mucho menos.
Y una vez que se quedó sin Sainz y pese a que había buenos pilotos aún disponibles, optó por mirar dentro, a la academia de Alpine y en ella destaca Jack Doohan, el cuál será el compañero de Pierre Gasly en 2025. "No soy de comprar pilotos, siempre me gusta que crezcan en casa. Hice eso con Michael Schumacher y Fernando Alonso, que no son exactamente dos tipos. Creo y espero que Doohan nos pueda dar garantías en 2025". Y es el el problema no está en quienes conducen, si no en lo que llevan, pues ve el coche a años luz de ser competitivo. Aunque sí que ve brotes verdes en el trabajo en la fábrica, pues está notando que cada vez se esfuerzan más para darle lo que quiere en el futuro.