El atletismo español estuvo a un paso de hacer historia en los Juegos Olímpicos de París 2024. El valenciano Quique Llopis, con un tiempo de 13.20, finalizó en cuarta posición la final olímpica de los 110 metros vallas.
El atleta español se quedó a solo once centésimas del bronce, que fue para el jamaicano Rasheed Broadbell (13.09), y a veintiuno del triple campeón del mundo Grant Holloway. El estadounidense impuso su velocidad desde el principio sin dar opción a ninguno de sus rivales (12.99), entre ellos su compatriota Daniel Roberts, segundo con 13.09.
"Ha sido un poco loco el inicio de carrera, no ha sido bueno. He tenido algún toque con alguna valla pero el lanzado fue bueno. Las vallas del final puede que se me hayan atragantado un poco, pero con un cuarto puesto no me puedo exigir más", reconocía el atleta levantino, quien admitía que quería más que un cuarto puesto. "El balance es positivo aunque ahora no lo vea. Sabiendo que podía estar luchando por las medallas me sabe a poco este cuarto puesto", añadía Quique Llopis, que se ve "con hambre de seguir luchando" y "el año que viene ir a por todas".
No fue el único representante nacional en el Stade de Frances, en una tarde que vivió varias finales, un récord del mundo y el pase a la final del 1.500 de Águeda Marqués. La segoviana fue la única de las tres representantes capaz de acabar entre las seis primeras en su serie de semifinales.
Tras ella, precisamente, acabó la barcelonesa Esther Guerrero, con un séptimo puesto que no le valía. Más curioso fue el octavo de Marta Pérez en la otra serie de semifinales, que tampoco le daba el pase. Curioso porque la soriana lograa batir el récord nacional, que estaba en posesión de Natalia Rodríguez desde el 28 de agosto de 2005, cuando lo batió en Rieti (Italia).
Marta Pérez dejó la nueva marca nacional del 1.500 en 3:57.75, en una prueba rapidísima en la que también se batieron los récords de Francia, de Italia y de Polonia. Sólo la atleta gala, en sexta posición, lograría, de estas tres, el pase a la final olímpica.
De las finales disputadas en esta jornada de jueves destacó el triunfo de la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone, que se imponía en la final de los 400 metros vallas y batía su propio récord del mundo con un tiempo de 50.37. La ya bicampeona olímpica mejoró así la marca de 50.65 que ella misma había establecido el pasado 30 de junio en Eugene (Oregón).
En los 200 metros lisos, el bostwano Letsile Tebogo superó, con 19.46, al estadounidense Kenneth Bednarek y al también norteamericano y campeón de los 100 metros Noah Lyles, que luego reconoció que había sufrido Covid-19 tras ganar el hectómetro.
De sorpresa también se puede calificar el título olímpico en jabalina del pakistaní Arshad Nadeem, que superaba al gran favorito, el indio Neeraj Chopra, con récord olímpico incluido. Y en la longitud femenina, la estadounidense Tara Davis-Woodhall se colgó el oro con una marca de 7,10 metros, destronando a la anterior poseedora de la corona olímpica, la alemana Malaika Mihambo.