La atleta paralímpica Sara Martínez, con discapacidad visual, ha revalidado en el Stade de France en la cuarta jornada de competición, la medalla de plata que conquistó hace tres años en Tokio en salto de longitud T12 con una marca de 5,40 metros, la 12ª de la delegación en los JJPP de París 2024. Martínez quedó por detrás de la gran favorita a la medalla de oro, la ucraniana Oksana Zubkovska, que con la victoria en París encadena cinco triunfos seguidos, todos desde Pekín 2008, y hoy, con un salto de 5,78 metros, hizo una marca inalcanzable para el resto de competidoras.
La atleta madrileña, que llegó a París también como subcampeona mundial, volvió a subirse al segundo escalón del podio en su sexta participación paralímpica desde su debut en Atenas 2004, con 14 años, consiguiendo un diploma gracias a su séptimo puesto. En Londres 2012 terminó entre las cinco mejores de la misma prueba y en Río 2016 se quedó a solo un paso del podio en las competiciones de salto de longitud y 4x100 relevos, ya que acabó en el cuarto puesto en ambas finales. La deportista cuenta en su haber con cuatro medallas mundiales y dos europeas.
Sara Martínez nació hace 34 años con opacidad corneal bilateral, una enfermedad genética y hereditaria que le viene de su madre y que también padecen su hermana María y sus dos sobrinas. Esa enfermedad provoca que las células del ojo no se desarrollen bien y no entre bien la luz, lo cual afecta a su agudeza visual. Y ahora va a decir adiós al deporte profesional, tal y como ha confirmado nada más a ganar la plata. "¿Continuar? Nada, se acabó. Ahora voy a hacer escalada, ciclismo... lo que me gusta. No digo que el atletismo no me guste, pero podré hacer los otros deportes sin miedo a poderme hacer daño”, confesó la atleta española, que recordará para siempre este último salto que le dio una plata en París.
Y ha sido especial, muy especial, tanto que ha sido la primera vez que ha competido "con tantas ganas" y, con menos nervios de los que está acostumbrada. "Ha sido un ciclo duro, pero lo hemos conseguido, sin lesiones, ni constipados, ni nada”. Y eso que sus sensaciones han sido extrañas. “De la emoción he saltado fatal. He salido muy motivada, quizá demasiado, pero luego me he descontrolado. Ya está. Trabajo hecho y con buena nota”.