Marta Sánchez4 min lecturaLos Juegos Olímpicos de París han dejado grandes momentos para la historia del deporte, como el nuevo récord mundial de Mondo Duplantis o el oro olímpico de Djokovic, sin embargo también han estado rodeados de polémicas. Entre ellas, el mareo a algunas de las gimnastas que compitieron en la final de suelo. Jordan Chiles consiguió el bronce en esta modalidad de gimnasia artística después de apelar a una revisión, que se le concedió y le subió hasta la tercera posición. Sin embargo ahora, días después del acto de clausura de esta edición, le han quitado la medalla a la estadounidense para dársela a otra competidora, Ana Barbosu.
La medalla de bronce pasa a ser de la rumana Ana Barbosu, después de reclamar por el aumento de puntuación de su rival. En la competición en París, cuando Chiles finalizó su rutina, los jueces le dieron una puntuación de 13,666 que la situaba en la quinta posición. Pero su entrenadora, Cecile Landi, no estaba de acuerdo con estos puntos y presentó un recurso en el que aseguraba que la dificultad del ejercicio era mayor y no se había tenido en cuenta. Esta petición fue aceptada por el jurado, que le subió la nota 0,1 puntos. Por tanto, pasaba a ocupar la tercera posición de la clasificación y lograba la presea olímpica, superando a las dos gimnastas rumanas.
Este cambio provocó el enfado de la reacción de la delegación rumana, que reclamó la decisión de los jueces y pidió que se revisara. La Federación Rumana de Gimnasia apuntó que la protesta estadounidense se había presentado fuera de tiempo. Algo que aceptó el Comité Olímpico Internacional, que ha decidido que Chiles devuelva la medalla, debido a que el recurso de la estadounidense se presentó una vez terminado el período de revisión, concretamente cuatro segundos después.
Por tanto, Ana Barbosu es el bronce olímpico en la modalidad de suelo en París, pese a que no subió al podio. Sí lo hizo la estadounidense, que de hecho protagonizó uno de los grandes momentos de estos Juegos. Rebeca Andrade por fin conseguía el oro en su eterna lucha contra Simone Biles, que ocupó el segundo escalón del podio. Para reconocer su labor, las dos estadounidenses se rindieron a la brasileña y festejaron su subida al podio.
La gimnasta de 18 años recibió su medalla en una ceremonia que tuvo lugar en Bucarest, la capital de Rumania. Barbosu estaba pletórica tras conseguir su metal olímpico y aseguraba que “Soy muy feliz de tener esta medalla, espero representar a Rumania al más alto nivel y traer más medallas a casa”. De esta manera, Rumanía pone fin a una sequia de preseas en gimnasia desde Londres 2012, con los triunfos de Sandra Izbasa y Catalina Ponor.