El último día de los Juegos Paralímpicos de París 2024 no podía haber sido más dramático para la delegación española. Se han sumado nuevas preseas al medallero, que finalmente termina con 40 metales, pero el sabor es muy amargo después de la jugarreta a una de nuestras deportistas.
Elena Congost había logrado la medalla de bronce en maratón, en este undécimo y último día de competición, sumando 41 triunfos y quedándose a sólo un metal del récord de Londres 2012. La atleta firmó una impresionante carrera y logró subir al podio. Sin embargo, anunciaron su descalificación por soltar la cuerda que le une al guía, algo que hizo a 10 metros de la meta para impedir que su compañero cayera al suelo.
Según el reglamento, atleta y guía no pueden soltarse la cuerda en todo el recorrido, y este ha sido el motivo de descalificación. Algo que la deportista califica de injusto, ya que ha sido un momento puntual por necesidad y que no ha marcado la diferencia en el resultado.
La atleta se queda sin su medalla de una forma injusta, por lo que se podía apreciar la rabia y decepción en su rostro. Sensaciones que ha confirmado después de pronunciarse sobre la polémica, asegurando que es una decisión totalmente inapropiada. "Me gustaría que todo el mundo sepa que no me han descalificado por hacer trampas, sino que me han descalificado por ser persona y por un instinto que te sale cuando alguien se está cayendo y es ayudar o aguantarlo" fueron las palabras de la catalana, que no podía evitar romper en lágrimas tras conocer la sentencia.
"Estoy destrozada, la verdad, porque tenía la medalla. Estoy súper orgullosa de todo lo que he hecho y al final me descalifican porque a 10 metros de meta porque dejo ir la cuerda un segundo porque una persona a mi lado se va de morros al suelo y vuelvo a coger la cuerda y entramos a meta" explicaba la deportista, que no encontraba consuelo ante esta decisión.
Toda España se ha volcado con la deportista, que ha tocado el cielo en París y ha bajado a los infiernos después de ver como su esfuerzo no iba a tener recompensa. Todavía es inexplicable la decisión de la organización, más aún cuando la delegación española ha reclamado esta descalificación y ha sido rechazada. Su rival estaba a más de 3 minutos y Elena no ganaba ningún tipo de ventaja al soltar la cuerda, ya que estaban rozando la meta. Lo único que quería era ayudar a su guía a no caer, promoviendo esos valores del deporte de los que tanto hacen alarde.
Pero la comprensión y la humanidad no han hecho acto de presencia en la capital francesa y finalmente ha sido descalificada. Y la pérdida de la medalla no es lo peor para Congost, si no que no podrá contar con la beca. "Me quedo sin nada. No le encuentro explicación alguna y me parece tan injusto y tan surrealista de verdad. Es triste porque además venía de estar sin beca y de estar en la estacada. Era uno de mis objetivos, volver a conseguir beca y estar en el Plan ADOP. Me volverán a dejar fuera de todo cuando creo que he demostrado lo que podía hacer" concluía la atleta, que se va de París desconsolada.