A falta de oficialidad, el Valencia ya ha alcanzado un acuerdo para cerrar su primer fichaje en este mercado invernal. ESTADIO Deportivo ya informó días atrás que la dirección deportiva che se encontraba a un solo paso de confirmar la incorporación de un centrocampista que ya intentó reclutar el pasado verano y dicho obstáculo ya se ha superado en las negociaciones una vez que el Hécules ha accedido finalmente a una petición muy particular.Se trata del joven pivote de 22 años César Moreno, seguido desde hace un tiempo por los técnicos blanquinegros y que recalará este enero en Mestalla en calidad de cedido y con una opción de compra que asciende a 1,5 millones de euros. Lo único que restaba es que los alicantinos transigieran en la inclusión de dicha opción a final de temporada en una condiciones muy especiales.Y es que el Valencia quería disponer de la posibilidad de hacerse con sus servicios a final de temporada, pero sin ningún tipo de variables que le fuercen a realizar un desembolso a final de temporada, una obligación sujeta a número de partidos, goles, titularidades... Es decir, que el club pueda decidir libremente si se hace con su pase de forma definitiva sin tener que atender a cláusulas de ningún tipo.
En principio, el Hércules se negaba a pasar por este aro, pero finalmente, su presidente, Enrique Ortiz, ha accedido,renunciando a su deseo de incluir una obligación de compra a la que el Valencia se ha opuesto desde que comenzaron las conversaciones a pesar del vivo interés en contar con este prometedor pivote cartagenero.
Cuando se oficialice su llegada, César Moreno se unirá a las filas del Valencia Mestalla, pues, de momento, militará en el filial, sin descartar en ningún momento que Rubén Baraja pueda llamarle en cualquier momento para el primer equipo, pues se le considea un futbolista con cualidades para dar el salto.No en vano, su progesión llamó la atención años atrás de clubes de Primera que llamaron a su puerta, casos del propio Valencia, Villarreal, Granada, Betis y, especialmente, Espanyol y Rayo, hasta el punto de que se pusieron ofertas sobre la mesa, pero el Hércules exigió demasiado, remitiendo a la cláusula de rescisión de cinco millones. Y la realidad es que, a día de hoy, ha bajado su valor, pues no cuenta con continuidad en el Hércules a las órdenes de Rubén Torrecilla, lo que ha obligado a ceder a los alicantinos ahora que todavía despierta cierto interés.