Valencia
R. Madrid
Si ya el controvertido final del Valencia-Real Madrid de la jornada 27ª de LaLiga, con Gil Manzano pitando cuando el balón volaba justo antes de ser cabeceado a la red por Jude Bellingham, acapara todos los focos mediáticos, con el inglés enfrentándose a una dura sanción tras ver la roja por protestar, el caldo de cultivo sigue hirviendo. Y no es otro que el ambiente hostil hacia Vinícius Júnior, autor de los dos goles merengues para salvar un punto (2-2) que bien pudieron ser tres... o ninguno. La polémica rodeó el choque de principio a fin. Ya en los días previos, la prohibición de entrada a Netflix, que está rodando un documental sobre el brasileño por el racismo que sufre en España, ayudó a que el clima fuera tenso, acrecentándose cada vez que el atacante tocaba la pelota y arreciaban los silbidos en Mestalla. Sus provocaciones al anotar sus tantos o recibir faltas, como de costumbre, no ayudaron.
Este domingo, todavía con las ascuas del 'incendio' bien calientes, ESPN ha difundido un vídeo en el que una aficionada brasileña residente en Barcelona y trasladada a la capital del Turia para asistir al encuentro recogía las imágenes de un menor (de unos 4-5 años) en las rodillas de su madre. Enfundado en un anorak y con la cara pixelada, el niño gritaba un notorio "mono" a Vinícius. Al percatarse su progenitora y preguntarle si lo estaba grabando, dio un manotazo al móvil de Anna Anjos, la autora, que pierde su control, como puede verse en el documento. Ya a la finalización, la responsable de captar el momento denunció que desde que arrancó el partido entre el equipo che y el madrileño presenció ataques de índole xenófoba hacia su compatriota, por lo que, aunque no hayan trascendido más de momento, no sería el único, lo que podría acarrear problemas a los organizadores tras los incidentes de la pasada campaña.
El Real Madrid y LaLiga habrían tomado nota, por lo que el asunto estará sin duda sobre la mesa del Comité de Competición de la RFEF, posiblemente vía recomendación de Antiviolencia, aunque el debate ahora reside en si por ser menor de edad puede haber problemas legales superiores en grado al hecho denunciado. La mayoría de los comentarios en las redes sociales versan sobre esta dicotomía (racismo Vs difusión de imágenes de un niño sin consentimiento paterno), llegando algunos, incluso, a afirmar que se trataría de una maniobra de distracción para olvidar el polémico fin del encuentro, si bien ambos temas conviene mantenerlos candentes al Real Madrid, por lo que no habría argumentos fiables en este sentido.