Este 14 de febrero Rubén Baraja ha cumplido su primer año al frente del Valencia Club de Fútbol y lo hace con un equipo muy diferente al que cogió hace 365 días. De luchar por una salvación casi agónica a llevar al equipo a la zona noble de la clasificación y coquetear con los puestos europeos, una ilusión en el valencianismo para esta temporada. Así ha hecho balance el propio Rubén Baraja sobre su primer año en el banquillo.
"El año pasado fue mucho más complejo todo, pero este año la evolución del equipo está siendo positiva, veo cómo crecen los jugadores jóvenes a través de jugar, de tener continuidad y estamos en un buen momento como equipo. Compite bien y en general tenemos que estar contentos. Ahora lo que tenemos que hacer es no conformarse y ser ambiciosos, pero, sobre todo, con los pies en el suelo. Tenemos que tratar de disfrutar de este momento", ha reconocido el técnico en una entrevista a los medios oficiales del Valencia.
Y si tiene que recordar sus primeros pasos en el banquillo del Valencia, es inevitable no hablar de Carlos Marchena: "Me conoce bien, también el club y sabía lo que necesitábamos en cada momento. Por eso cuando me llama el Valencia, una de las primeras llamadas, incluso antes de firmar, fue a él para saber si quería venir conmigo a ayudarme en este momento y su respuesta fue sí y no me preguntó nada más, imagínate. Es una persona humilde, discreta, pero su participación fue fundamental, más que nada por apoyo anímico, por saber superar el momento de dificultad... y el día a día de ser capaces de apretar y que los jugadores se lo creyeran. Siempre que quiera volver será bienvenido. Es valencianista, lo siente y esta es su casa. Vino a cambio de nada".
El vestuario de esta temporada: "Tenemos un ambientazo en el vestuario. Tiene una gran capacidad para asimilar cosas en cuanto al día a día. Somos bastantes exigentes en los detalles, las rutinas, los hábitos… cuando lo haces continuamente al final el jugador lo adquiere como una cosa más. Podemos acabar la temporada de manera brillante y esto depende de nuestra mentalidad y de nuestra ambición".
La aportación de los canteranos: "Nosotros recogemos los frutos del trabajo anterior. Fue una apuesta arriesgada, pero ellos han demostrado una personalidad, un compromiso por el club, por el sentimiento que significa llevar esta camiseta y van a ser la base del futuro. Estamos consiguiendo que estos chicos que este año, algunos que estaban debutando en Primera división, como por ejemplo Mosquera, puedan acabar LaLiga con 25/30 partidos a un jugador de 19-20 años, Javi Guerra que se pueda consolidar, Diego López, Fran Pérez… por ponerte varios casos. Están todos creciendo a ese rebufo de la exigencia que pedimos y ellos también están asumiendo esa dificultad. No hay que olvidar que estamos pidiendo a chicos de una edad, sin todavía haber pasado ese proceso, que se pongan la camiseta del Valencia CF y que carguen con esa responsabilidad. Guillamón que tiene 23 años pensamos en que es un veterano por los partidos que lleva o Pepelu, que acaba de llegar, parece que lleve 7 años por el peso específico que tiene dentro del equipo. Y esa energía, el ambiente en el vestuario, creer en el míster, el míster cree en ellos, la comunión con la gente… son muchos factores que se van sumando y nos hacen superar las dificultades que tenemos".