Tras una nefasta temporada en la que ha estado anclado en el farolillo rojo durante meses, condenado desde el primer momento a un descenso que nunca pareció posible de evitar, la UD Almería tiene puesto ya el foco en la próxima campaña en Segunda división, con el gran e ineludible objetivo de pelear por el ascenso.
Ya se trabaja en refuerzos como Pablo Insua, Alejandro Francés o Jaime Mata, siendo la competencia elevada en todos los casos. Pero la prioridad es cerrar al sustituto de Pepe Mel. El nuevo técnico debe ser la piedra angular del proyecto y los dirigentes rojiblancos, aunque se apuntó la existencia de un acuerdo con Pacheta, no cejan en su empeño por convencer al que consideran el candidato ideal, que no es otro que un viejo conocido como Rubi.
El catalán parecía tenerlo hecho con Osasuna para relevar a Jagoba Arrasate en el banquillo de El Sadar, pero el club andaluz se ha lanzando con todo para tratar de hacer realidad el regreso del entrenador que obró el último ascenso, logrando también la permanencia el pasado curso, antes de despedirse en verano. Un movimiento repentino que ha hecho que en las últimas horas sea la opción de Vicente Moreno, también contactado por el Grabada, la que más fuerza haya cobrado para dirigir a los navarros. De hecho, el acuerdo estaría muy cercano, aunque en la terna también había un preparador extranjero y llegó a tantearse tímidamente la opción de Sergio González.
Según informa ElDesmarque, el conjunto propiedad de Turki Al-Sheikh ha realizado un importante esfuerzo económico, pese a la considerable caída de ingresos motivada por el descenso, para intentar convencer a Rubi, que en un principio parecía reacio a volver a la Categoría de Plata.
Durante la presente campaña, al barcelonés no le han faltado ofertas para tomar las riendas de equipos en apuros, sonando para el Cádiz o el Granada, a la postre también descendidos. Pero tras un año en el paro, desea volver a los banquillos y podría aceptar la propuesta de su ex equipo.
En el seno del club rojiblanco consideran que apostar por Rubi es hacerlo sobre seguro, pues posee una fructífera experiencia en Segunda división. No en vano, además de subir a la UD Almería, hizo lo propio con el Huesca y se quedó otras dos veces a las puertas, cayendo en los ‘play off’, como técnico del Girona y el Valladolid. En Primera, además, también dirigió al Espanyol y el Betis con distinta suerte.