Una de las dos grandes tablas de salvación económica "no puede salir adelante"

Aunque se salvara su financiación con los fondos de CVC y otro préstamo, el máximo accionista ya dejó claro que no secundará la construcción del nuevo estadio presentada por el actual consejo

Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

"¿Cuánto llevan gastado en el anteproyecto del estadio? ¿Serían tan amables de decirlo? Nuestra familia no ha visto ese anteproyecto siendo la máxima accionista. No nos oponemos a un nuevo estadio, sino que nos oponemos a este proyecto", afirmaba José María del Nido Benavente en la junta general ordinaria de accionistas de diciembre de 2023, cuando su hijo, que se lo aclaró enseguida ("el 'Informe Legends' ha costado 300.000 euros; el anteproyecto, que es Idom, 75.000"), presentaba a bombo y platillo el Nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán. "El proyecto del estadio no puede salir adelante sin ser votado antes en junta. La ley establece que, para una inversión de tal calibre, como el actual o sobre un activo esencial como es el estadio, necesitan el refrendo de la asamblea; y no lo tendrán", zanjaba el padre.

"El proyecto no puede ser más feo, horroroso; yo no lo conocía. La cubierta es feísima, el aforo es insuficiente. ¿No somos capaces de llenar un estadio de 65.000 o 70.000? Mi voto es no a esta porquería de estadio. Parece un fregadero lo que tiene encima. Tiene que ser una cubierta aerodinámica, como la del Athletic Club o el FC Barcelona", añadía el veterano letrado, que sigue siendo el principal escollo para que pueda construirse la nueva casa del Sevilla FC, que aparece en el horizonte como una de las dos tablas de salvación económica para Del Nido Carrasco y sus colaboradores, aparte de los ingresos extraordinarios en forma de ventas. Los ordinarios del ticketing más otros extra por el uso terciario del recinto duplicarían las cifras actuales. Pero está seriamente en entredicho.

Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo del entorno del que fuera rector entre 2002 y 2013, su punto de vista no ha variado y tumbará en junta unas obras que ya denunció ante notario al poco de su anuncio. Los planes del actual órgano de gobierno pasaban por depurar el proyecto a lo largo de 2025 para que la actuación pueda arrancar el año siguiente, coordinándose con la Junta de Andalucía para que el Estadio de La Cartuja, que afronta ahora mismo una remodelación para acoger el Mundial de 2030 y acogerá antes al Real Betis en su exilio obligado, esté listo y disponible. La hoja de ruta de Del Nido Benavente es muy diferente, en este caso con el respaldo de los tribunales.

Así, el auto 261/2024 de 31 de julio de este año explica en primer lugar, a la hora de hablar del peligro por la mora procesal, que " el retraso en la obtención de una sentencia firme no impediría ni dificultaría la efectividad de la tutela que pudiere otorgarse, esencialmente porque el 11 diciembre de 2024 habrá transcurrido el plazo de seis años desde que se produjera la agrupación de acciones en la junta de 10 de diciembre de 2018, de manera que no podría justificarse la denegación del derecho de voto a tales acciones sin el riesgo de asumir la posible comisión de un delito societario previsto en el artículo 293 del Código Penal. Por tanto, a partir de esa fecha y con independencia del resultado de este procedimiento, el demandante podrá ejercitar el derecho de voto correspondiente a las acciones agrupadas, por lo que podrá conseguir la adopción de los referidos acuerdos".

Finalmente, en cuanto alSánchez-Pizjuán, el citado auto establece lo siguiente: "Teniendo en consideración este marco temporal y no discutiendo las partes que el estadio o los fondos precisos para la construcción de uno nuevo tendrían la consideración de activo esencial a los efectos del artículo 160.f de la Ley de Sociedades de Capital, para su adquisición, enajenación o aportación a otra sociedad, sería preciso decisión de la junta general. Por ello, sólo si se convoca la junta a tal efecto podría surgir la necesidad de adoptar una medida cautelar al respecto". Por ende, cuando se vote ese punto, el máximo accionista ya podrá votar libremente, por lo que, con más 46.000 títulos en su poder o bajo su representación, a buen seguro podrá imponer su voluntad en ese punto, que ya ha dejado clara".