El déficit en las cuentas del Sevilla FC que supuso quedarse fuera de competiciones europeas a las primeras de cambio en la 23/24 y no clasificarse para ninguna de ellas en la 24/25 originó un drástico recorte de su límite salarial con el que a duras penas cumplieron en Nervión, autorizados a gastarse una parte pequeña de lo que ingresaron o ahorraron con las dieciséis operaciones de salida, más allá de los cedidos que volvieron a sus clubes de origen y de los que sólo se recuperó a Lucien Agoumé. Sueldos aparte, los blanquirrojos gastaron apenas ocho millones de euros en pagar la cláusula de rescisión de 'Peque' Fernández al Racing de Santander y en comprar al Inter de Milán la mitad del pase del franco-camerunés, recibiendo más de 28 millones con las ventas, extemporánea en el caso del de Quilmes, de Youssef En-Nesyri, Lucas Ocampos, Marcos Acuña y Luismi Cruz.
Prácticamente euro a euro, Víctor Orta peleó por confeccionar una plantilla notablemente más joven pero con intención competitiva, reduciendo el desfase producido de una campaña a otro y que, a efectos presupuestarios, superaba los 80 millones. El trabajo no ha terminado, pues, más allá de que el equipo consiga objetivos más ambiciosos que la mera permanencia en Primera división, resignación y consuelo en los dos ejercicios precedentes, toca seguir adelgazando el gasto en profesionales dentro del vestuario. Y eso pasa por uno o varios retoques invernales. En enero volverá a primar el coste cero para las incorporaciones, buscando cesiones u oportunidades de mercado, pero serán necesarias una o varias ventas de enjundia para rebajar la deuda con LaLiga a efectos de LCPD. Lo lógico es mirar a sus cuatro futbolistas con mayor caché, si bien no se descarta alguna sorpresa. Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, hay una gestión avanzada.
Por interesar, al Sevilla FC le vienen mejor los traspasos que supongan un 100% de plusvalía, como serían los protagonizados por canteranos. No obstante, el discreto nivel ofrecido, en parte por las lesiones, por Isaac Romero en este arranque de la 24/25 y su reciente renovación hasta 2028, con una cláusula de 30 millones de euros, deja el mango de la sartén en las manos del club de Eduardo Dato, que no ha recibido propuestas importantes por el lebrijano, como tampoco por Juanlu Sánchez, suplente ahora mismo para García Pimienta pese a su rol protagonista con España sub 21. En las miras del Brighton hasta hace nada, habrá que vigilar los movimientos del Real Madrid, que fichará a buen seguro en enero un recambio para Dani Carvajal, lesionado de larga duración. Como quiera que renovó a su capitán hasta 2026 y que pretende incorporar a coste cero en verano a Trent Alexander-Arnold es de presuponer que no gastará mucho dinero, si bien la polivalencia del quinteño juega a su favor.
En lo que respecta al seguimiento de la Juventus a Dodi Lukébakio y el Liverpool a Loïc Badé, se tendrán en cuenta propuestas fuera de mercado que supongan ganancias, aunque ambos llegaron por cantidades importantes (12 millones en el caso del francés, 10+4 en el del belga), por lo que italianos y británicos deberían rascarse bien el bolsillo para que perder a dos titulares a mitad de año compensara en el Ramón Sánchez-Pizjuán. En cualquier caso, el míster ya está avisado de que la prioridad es lo económico, si bien se intentará suplir las posibles bajas con otros futbolistas. Menos daño haría un adiós deseado por todas las partes como el de Gonzalo Montiel, inmerso en Argentina en un feo asunto extradeportivo y a dos años del final de su contrato. El Sevilla FC, visto lo visto, le ha tasado en 9-10 millones, más del doble de la amortización pendiente, pero nadie ha dado aún el paso. Con la posición cubierta, sería una salida aplaudida.