A José María del Nido Benavente le ha venido como anillo al dedo el parón liguero para encontrar espacio en la actualidad informativa del Sevilla FC para descargar su batería preelectoral de cara a su anunciada promesa de recuperar la presidencia del club nervionense, cargo que muy a su pesar tuvo que dejar obligatoriamente hace justo una década por el caso de corrupción en Marbella que le llevó pasar un buen tiempo en prisión. Ha tenido tiempo de preparar su asalto y, tras varias intentonas, en el entorno del abogado sevillano remarcan su extremo optimismo de cara a la primera cita clave para lograr sus propósito: que en la enésima batalla judicial contra José Castro, mañana martes en el Mercantil, el juez conceda las cautelares que le permitan ejercer el voto en la Junta General de Accionistas que se celebrará el próximo 4 de diciembre.
Mientras llega ese momento, no para de lanzar fuego para demostrar que tiene muy claras las líneas a seguir si vuelve a ser presidente del Sevilla FC. A través de sus socios, en sus propios perfiles en redes sociales que acaba de abrir para aumentar su altavoz mediático, en entrevistas para diversos medios de comunicación, en canutazos antes o después de los partidos... Del Nido se está encargando de difundir sus planes con el entrenador, Diego Alonso; sus primeras actuaciones en la parcela económica ante la desconfianza y los temores que le suscitan el presupuesto de esta 23/24; mejorar la imagen que exporta el club, tras las críticas "al okupa Castro" por "mentir descaradamente" en un reportaje del programa 'Equipo de Investigación de laSexta... o incluso a nivel de infraestructuras, rechazando el plan proyectado para construir el nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán.
En este sentido, después de pronunciarse en ese sentido en una entrevista concedida hace unos días a la Cadena Cope, Del Nido ha presentado ya una solicitud ante notario para pedir al Consejo de Administración del Sevilla FC una paralización inmediata del proyecto de nuevo estadio que el club ha diseñado, con un inicio de las obras previsto para 2026 -en un principio pretendían arrancar en 2025- y con final estimado en 2028, tiempo en el que los nervionenses se mudarían al estadio de La Cartuja, una vez remodelado también para ser sede del Mundial de 2030 y después de la marcha del Real Betis, que también pasará por el otrora estadio olímpico mientras levanta su nuevo fortín en La Palmera.
Las obras fueron adjudicadas a la empresa IDOM, con experiencia en modernos estadios españoles como el Nuevo San Mamés de Bilbao o La Cerámica de Villarreal. Del Nido, que ya en su etapa de presidente prometía un nuevo estadio con bajos comerciales para hacerlo más rentable y una nueva ciudad deportiva en Bollullos de la Mitación, asegura que tiene su propio proyecto para darle al sevillismo la casa que merece su historia y su prestigio continental. No obstante, transmite que el motivo de la solicitud de paralización del proyecto no se debe sólo a ello, sino también considera que el consejo pretende realizar un movimiento tan costoso e importante sin aprobación de los accionistas.
"Para que el consejo del Sevilla FC pueda llevar a cabo una obra de esa envergadura (la del nuevo estadio), antes tiene que recibir la aprobación en una votación en la Junta de Accionistas y ya hemos comunicado que en ningún caso lo vamos a apoyar. Es más, vamos a pedir notarialmente al consejo que paralice toda gestión. El proyecto que se va a llevar a cabo en el estadio es el nuestro", anunciaba ya Del Nido días atrás, prometiendo más detalles cuando sea presidente "el próximo 5 de diciembre". La clave, cabe insistir, estará en la cita de mañana martes en el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla. Si el juez le permite votar, todo el ruido de estas últimas dos semanas quedará en nada.