Dentro de la profunda transformación de la plantilla que planea Víctor Orta, la portería del Sevilla FC también se verá remozada este verano. A priori, la titularidad recaerá en Nyland, que ha convencido de lleno con su rendimiento y ha renovado por dos temporadas. Pero para competir con el noruego, la dirección deportiva maneja un buen número de candidatos y ya ha habido acercamientos con algunos de ellos, como es el caso de Juan Soriano.
Antes de fichar a otro portero, sin embargo, toca encontrar un nuevo destino a Marko Dmitrovic. Dentro del plan de choque económico que rige la planificación sevillista, se busca dar salida a los jugadores con los sueldos más elevados. No es el caso del meta serbio, cuya ficha no es de las más altas, pero deportivamente ya no se cuenta con él, tras su pobre rendimiento en la recién concluida temporada y, además, el club de Nervión está ante la última oportunidad de obtener algún rédito económico con su marcha, pues sólo le resta un año más de contrato.
A sus 32 años, y después de tres temporadas en las filas blanquirrojas, el ex del Eibar está llamado por tanto a salir, apareciendo en las últimas horas una opción para su continuidad en LaLiga EA Sports. Según Relevo, el Real Valladolid está muy interesado en sus servicios para el nuevo proyecto que arrancará en Primera división tras su flamante ascenso.
Envuelto en un mar de dudas ante la posibilidad de que Ronaldo venda el club, los pucelanos trabajan con el objetivo de conformar un plantel competitivo que luche por permanecer en la máxima categoría y se han fijado en el meta sevillista. De momento, su único portero en nómina es el portugués André Ferreira, que desembarcó cedido el pasado mes de enero y no ha jugado ningún partido, si bien ha tenido que ejercer la opción de compra de un millón de euros pactada con el Granada, al cumplir la condición de subir a Primera. Mientras tanto, Jordi Masip ha sido el titular indiscutible, pero acaba contrato el 30 de junio y su futuro, a sus 35 años, está en el aire.
Tras dos campañas a la sombra de Bono, salvo la etapa en la que Mendilibar se sentó en el banquillo sevillista, Dmitrovic estaba llamado a ser un fijo esta campaña, pero su discreto rendimiento (34 goles recibidos en 19 paidrtos) le abrió las puertas de la titularidad a Nyland y a su vez le colocó en la rampa de salida.