A estas alturas de la película, no cabe duda alguna de que Sergio Ramos sabe venderse. El afamado futbolista camero domina a la perfección las tácticas para ponerse en el escaparate en el momento indicado y, tampoco puede negarse, en esa tarea cuenta con la ayuda extra que le aporta el espectacular tono físico que presenta a pesar de esos 38 años que para nada aparenta. Se acerca de manera inminente la apertura del mercado invernal de fichajes, hay muchos clubes buscando centrales y el jugador que más veces ha vestido la camiseta de la selección española ha decidido repetir la misma estrategia que uso con el Sevilla FC y que tan buen resultado le dio la última vez que estaba sin equipo, hace ahora 14 meses.
Agente libre desde que terminó su contrato con el club nervionense el pasado 30 de junio, Sergio Ramos es permanente noticia en los medios deportivos de todo el mundo. Ha sonado para la MLS estadounidense, para diversos clubes árabes de la adinerada Saudí Pro League, para la Serie A, tanto la de Brasil como la de Italia, en la Liga MX de México, en Egipto e incluso, aunque de manera del todo improbable, hasta hay quien ha deslizado que no se negaría a volver si recibe una nueva llamada del Sevilla FC. No obstante, el rumor que más vuelo ha cogido en las últimas semanas es el de una posible aventura en la liga Argentina en las filas de Boca Juniors mientras en la capital de España se desatan encendidos debates entre partidarios y detractores de que el Real Madrid le llame como solución de urgencias a su alarmante carencia de efectivos en defensa. Ayer, por si fuera poco, cayeron Militao -se pierde toda la temporada- y Lucas Vázquez.
Sea cual sea su próximo destino, el defensor sevillano está haciendo lo mismo que hizo el pasado verano, cuando también buscaba equipo como agente libre. Entonces, cuando se acercaba la recta final del mercado estival de 2023, no paró de compartir en sus redes sociales vídeos de sus agotadores entrenamientos para demostrarle a sus posibles pretendientes que se encontraba en un estado de forma envidiable a pesar de llevar varios meses inactivo. El Sevilla FC negaba una y otra vez esa posibilidad, pero al final se acabó dando casi por aclamación popular. Exactamente lo mismo está haciendo en los últimos días, cuando han vuelto a proliferar las sesiones con balón sobre la arena de las instalaciones de su yeguada y sus ejercicios en el gimnasio que tiene en su propio domicilio. Está hecho un toro, como siempre, y se está encargando de que todo el mundo lo sepa.
Las imágenes han tenido una especial repercusión en la prensa argentina, debido al cacareado interés del club xeneiza. "Boca siempre me simpatizó más que River. Si me tengo que quedar con uno, ése es Boca. Siempre me gustó más por Maradona, Riquelme, por la Bombonera...". Estas palabras que Sergio Ramos pronunció hace ya tiempo en una entrevista han sido rescatadas con motivo de los rumores acerca de una operación que se antoja compleja para la economía del club porteño pero que han generado ilusión a raudales en su apasiona hinchada, que no para de lanzarle mensajes de cariño respondiendo a esos vídeos y a las fotografías que el exsevillista comparte en redes.
Mientras recibe 'feed-back' asegurándole que el barrio de La Boca le espera y puntualizando que a su camiseta amarilla le falta un poco de azul (en referencia a los colores de este equipo), hasta la prensa madrileña se hace eco de unas conversaciones informales que Sergio Ramos habría mantenido con Fernando Gago, su excompañero en el Real Madrid y actual técnico del cuadro bonaerense. También han trascendido contactos con Juan Román Riquelme, el director deportivo xeneize. Mientras todo se resuelve, el veterano futbolista no para de trabajar su marcada musculatura. Bueno, sólo cuando sus revoltosos zagales se lo permiten. A los niños también le gustan las pesas. Ya se sabe: de tal palo...