Sevilla
Betis
Estaba siendo de lo mejor del Sevilla FC en El Gran Derbi, manteniendo en pie a los suyos ante el mayor número de llegadas visitante. Goles anulados aparte, realizó cinco paradas, tres de ellas claves, ante Guido Rodríguez, Juan Miranda y Ayoze Pérez, pero Marko Dmitrovic pifió el despeje en una falta de Isco Alarcón sin aparente peligro, permitiendo al tinerfeño anotar el 0-1. Y eso que estaba costando mucho a los pupilos de Manuel Pellegrini acertar entre los tres palos, al menos que valiera, por lo que el regalo del balcánico desequilibró una contienda que, por suerte para el ex del Eibar, volvió a igualar Rakitic con un golazo desde fuera del área. Quizás le pesaron más, autocrítica aparte, los silbidos de un sector de la grada (como al entrenador por el cambio de Ocampos y al palco al final, como pedía Del Nido Benavente) desde entonces, porque el cancerbero nervionense no fue el mismo, dudando en acciones que previamente había solventado con acierto. De héroe a villano.
DMITROVIC: 4
Atento para blocar un testarazo tempranero de Isco (que le fue a las manos, todo sea dicho) y, sobre todo, desviar un remate a la media vuelta, igualmente desde muy cerca, de Guido Rodríguez. En un chut lejanísimo de Pezzella que le pilló adelantado supo rectificar. Antes, había reaccionado algo tarde en el gol anulado. Sangre fría para regatear a Isco cuando su ex compañero le apuraba junto a su portería y despejar en otra idéntica. Paradón a continuación en un remate a bocajarro, cruzado aunque forzado, de Miranda y, en la reanudación, otro más peligroso aún de Ayoze. Despeja muy mal en el 0-1, donde la gana bien por alto, pero la deja muerta en el área, lo que le baja mucho la nota. Además, le entraron los nervios, en parte por algún silbido del público, y no anduvo nada fino después.
JESÚS NAVAS: 5
Más pendiente de fijar a Ayoze que de proyectarse, aunque, cuando lo hizo, eligió mejor que otras veces, como en el centro raso a En-Nesyri que sorprendió a la zaga visitante en el ecuador del primer tiempo. Le pilló la espalda Miranda en un par de ocasiones, una de ellas para disparar entre palos y obligar a lucirse a Dmitrovic. Se despidió colgando muchos balones sin destinatario claro, amén de con un centro-chut que no cogió puerta.
BADÉ: 4
Nada más empezar, suelta incomprensiblemente la marca de Isco, que cabeceó a quemarropa sin oposición, por fortuna para los blanquirrojos, a las manos del portero. Después, algo perdido y timorato con el balón en los pies, tanto en generación como en despejes, lo que trató de compensar con contundencia. Un par de subidas al área contraria con cierto peligro.
GUDELJ: 5
Tenía la encomienda añadida de saltar fuera del área si Willian José bajaba a recibir o Isco se colocaba a la espalda de Soumaré. Se cargó pronto con una amarilla, que le privará por cierto de jugar en San Sebastián. Sacó a pasear el fusil un par de veces, aunque sin puntería.
PEDROSA: 5
Mantuvo un bonito pulso con Assane, que le ganó el primer duelo por intensidad, aunque el catalán fue equilibrando las estadísticas y sumándose con valentía al ataque por su perfil y con alguna diagonal que le hacía colocarse en la frontal, desde donde lo intentó con un disparo cruzado a la hora de encuentro. Fue creciendo en confianza para complicar bastante a Bellerín (aunque se la devolvió en la reanudación) y bloqueó bien un disparo desde cerca de Isco al filo del intermedio.
SOUMARÉ: 7
En cuanto perdió el miedo a apoyar el tobillo dañado en Londres, fue imponiendo su físico. Mucho mejor en las coberturas que en el inicio de las jugadas, incrustándose a menudo entre los centrales para tener una mejor visión periférica. A veces, algo solo cuando el Betis transicionaba por parcelas interiores, pero resultó generalmente ganador.
SOW: 5
Dentro de que es un verso suelto, incómodo en un doble pivote clásico pero extrañando la función de interior en un 1-4-3-3, sacó a relucir su cambio de ritmo para romper líneas y hacer cierto daño llegando desde atrás. Ayudó más a Soumaré en la segunda mitad.
RAKITIC: 7
Extramotivado, fue de verdad a los cruces y movió bien el juego a las bandas. Como de costumbre, fue el responsable de botar la estrategia. Terminó el primer tiempo ganando varios balones divididos por ímpetu y fe. Se echó el equipo a la espalda en inferioridad y empató de un soberbio zapatazo a la escuadra.
OCAMPOS: 6
Acelerado, como siempre, en la mejor y la peor de las acepciones. Difícil de detectar para la retaguardia bética por su movilidad, le costaba completar los ataques. Se fue con cara de circunstancias, justo tras el 0-1.
ÓLIVER TORRES: 5
Dejó todo el carril izquierdo, del que teóricamente partía, para Pedrosa y atosigó por dentro la salida verdiblanca. Se ofreció para la asociación interior con Rakitic y Ocampos, igualmente ubicuo, aunque su intermitencia le perjudicó. Estaba mejor en la segunda mitad, pero fue el primer cambio de Alonso.
EN-NESYRI: 4
Se fajó con los centrales verdiblancos, especialmente su compatriota Chadi Riad, siendo (no siempre, también es verdad) el primero en ejercer la presión alta. A Rakitic, los laterales y Óliver, porque Ocampos le acompañaba generalmente como segundo ariete, les costó encontrarle. Cuando lo hizo Pedrosa en el 68, cabeceó muy desviado con ventaja tras su gran salto.
LUKÉBAKIO: 5
Trató de ser vertical y encarador por el perfil izquierdo, aunque abusó del centro-chut. Asistente de Rakitic en el 1-1, le sobraron regates en las contras.
SUSO: 5
Encargado de colgar balones y de buscar las vueltas a Abner, percutiendo por dentro y sacándose zurdazos como el que Fran Vieites le sacó con tino abajo en el minuto 83. Vino también bastante a recibir atrás para oxigenar la salida.
MARIANO: s.c.
Salió muy al final para intentar cazar alguna en el área.
JUANLU: s.c.
Sufrió con Abde, pero no se rindió, aunque apenas tuvo tiempo para ser incisivo por la derecha.
DIEGO ALONSO: 5
Jugó al despiste en la vísperas a sabiendas, seguramente, de que Acuña y Ramos no estaban para jugar, dispuso un once muy parecido al de Vigo, el más lógico dentro de sus gustos. El cambio de Suso por Ocampos, precisamente cuando ya iba su equipo perdiendo y necesitaba atacantes, provocó los pitos de la grada. Arriesgó ya con Mariano por Sow, aunque le costó mucho deshacer el 'trivote' en la medular.