Como no puede ser de otro modo, desde el Sevilla FC andan muy pendientes de todo lo que sucede con aquellos jugadores que pertenecen al club y se encuentran cedidos en diferentes destinos. Víctor Orta consiguió este pasado verano que la lista se redujese de forma importante al negociar las rescisiones de jugadores como Delaney, Óscar Rodríguez o Augustinsson, que nunca cumplieron con las expectativas y enfilaban ya su última campaña como sevillistas. Pero aún existen otros cuatro futbolistas a préstamo y las perspectivas de futuro con casi todos ellos no son muy halagüeñas.
Uno de los casos más peculiares es el de Joan Jordán. Durante todo el verano, el catalán fue señalado en cada rueda de prensa por el director deportivo, que insistía en que su ciclo en Nervión había acabado. Al contrario que otros descartes como Dmitrovic, no se le dejó participar en los partidos de pretemporada y fue el único jugador disponible de la primera plantilla que García Pimienta, por mandato del club, no se llevó al estreno liguero ante la UD Las Palmas. Una estrategia de presión que surtió efecto en las últimas horas del mercado, cuando se concretó su salida al Alavés.
El centrocampista catalán, eso sí, mantuvo el pulso hasta el final y no se rebajó un céntimo su elevado sueldo, el gran problema para poder colocarlo con anterioridad pese al interés de equipos como el Espanyol o el Getafe, además de un conjunto portugués. Finalmente, el Sevilla FC tuvo que ceder y hacerse cargo del 70% del salario del que fuese uno de los capitanes del plantel, con la esperanza de que pudiera recuperar su nivel en Mendizorroza y facilitar de ese modo su salida definitiva el próximo verano.
Un plan que parecía marchar por buen camino tras sus primeros partidos como albiazul. No en vano, ya dejó buenas sensaciones en su debut ante el Espanyol, con una asistencia de gol incluida, ganándose un sitio en el once en el siguiente partido, precisamente ante el conjunto nervionense, cuando fue ovacionado por su nueva afición al ser retirado del campo en los minutos finales. La victoria ante su ex equipo y su desatada celebración, criticada por muchos aficionados sevillistas, parecían otorgarle un rol protagonista en los planes de Luis García Plaza, que le dio descanso en el choque intersemanal ante el Real Madrid, pero volvió a darle una camiseta de titular frente al Getafe, disputando el encuentro completo.
Desde entonces, sin embargo, su protagonismo ha ido a menos. Sólo dispuso de 12 minutos ante el FC Barcelona y este pasado viernes, frente al Valladolid, volvió a ser suplente, saltando al terreno de juego en el 61' por unas molestias en la rodilla de Antonio Blanco. Está por ver cuál es definitivamente su papel en el conjunto vitoriano, pero en Nervión interesa lógicamente que sea con mucha participación y buen rendimiento. De lo contrario, regresará en verano, con un buen contrato hasta 2027 bajo el brazo, y de nuevo sin pretendientes de nivel para poder asumir su sueldo.