Peque Fernández aterrizó en Nervión como una apuesta interesante tras firmar magníficas cifras en el Racing de Santander y lo cierto es que, aunque le costó hacerse un sitio, se ha consolidado como titular entre líneas como enganche. De hecho, el de Hospitalet ha encadenado ya seis titularidades consecutivas y su protagonismo ha ido creciendo con el borrón de su actuación ante el Barça.
El catalán, también titular en Montjuic, firmó una de sus peores actuaciones entre líneas, pues estuvo implicado en la acción del polémico penalti que supuso el 1-0 y después perdió el balón que terminó en el segundo tanto azulgrana poco después.
En este sentido, Peque es sincero cuando se le pregunta sobre su rendimiento en el Sánchez-Pizjuán y, aunque asegura estar feliz en esta nueva etapa, no duda en hacer autocrítica y subir la exigencia para convertirse en un futbolista vital.
"Al principio me costó un poco porque llegué con una pequeña lesión, me tuvieron que operar al finalizar la temporada pasada y me tenía que poner a tono. Pero, rápidamente me puse con el grupo, intentando coger ese ritmo rápido. Tanto los compañeros como el staff me han ayudado mucho y me siento muy bien, estoy muy bien en Sevilla, tanto en la ciudad como en el club", señaló en una entrevista concedida a Flashscore, en la que considera que está cumpliendo, pero también eleva el listón. "Creo que estoy haciendo bien las cosas, aunque lógicamente me exijo mucho más y sé que puedo dar mucho más al equipo y ser más determinante", indicó Gerard Fernández, que explica que no solo García Pimienta fue decisivo a la hora de ficharle.
"Bueno, yo estoy muy contento de que esté el míster, lo conozco ya hace tiempo, pero Víctor Orta y Gabi fueron los primeros que querían que estuviera yo en Sevilla, así que probablemente también hubiera dado el paso aunque no hubiera estado el míster", apuntó Peque, que guarda ya grandes recuerdos del derbi hispalense.
"Lo disfruté muchísimo. Fue espectacular ya durante la semana, el ambiente que se vive. Es un partido que es diferente. Que no solo son tres puntos te lo hacen saber nada más llegas a la ciudad. Es un partido distinto y en la semana ya se vive", apuntó el mediapunta, que se refirió a la conjura hecha en el vestuario: "Encima había el aliciente de Jesús Navas, de ser su último derbi. Entonces dimos todo, tanto por él como por la afición. Cada uno de nosotros queríamos sacar la victoria. Se dio así, después lo disfrutamos mucho. La afición estaba súper contenta".