Toda historia tiene, al menos, dos versiones, así que lo justo y lo profesional, al menos en el caso de un periodista, es dar voz a todas las partes implicadas. Este viernes, desde México denunciaban la prohibición del Sevilla FC a Óliver Torres de vestir la camiseta, siquiera de entrenamiento, del que será su nuevo equipo hasta 2027, Rayados de Monterrey, donde coincidirá con su ex compañero 'Tecatito' Corona, así como con el otrora centrocampista del Real Betis Sergio Canales. La voz de alarma la daba Diego Armando Medina, comentarista de RG La Deportiva y reportero de TUDN, quien relataba que los futbolistas de la entidad de Nuevo León se han sometido a los exámenes médicos antes de iniciar el lunes 17 de junio la pretemporada en la Riviera Maya, aunque no podrán contar con el moralo, ya que la entidad nervionense no se lo permite.
"La directiva que lidera José Antonio Noriega estaba haciendo las gestiones para que el Sevilla FC lo liberara antes del 30 de junio y, con ello, pudiera incorporarse al trabajo en la playa con el resto de sus compañeros, pero el cuadro español se negó, por lo que Óliver trabajará por su cuenta con un preparador físico y un trabajo específico que le proporcionará el club para que llegue lo mejor posible a nivel físico", denuncian en tierras aztecas. De vacaciones en Ibiza, el afectado hace tiempo mientras trata de mantenerse en buena forma. ESTADIO Deportivo se ha puesto lógicamente en contacto con la institución del Ramón Sánchez-Pizjuán, que no se opuso al anuncio la semana pasada del nuevo destino del medio ex de Oporto, Villarreal y Atlético de Madrid, como tampoco a que el interesado viajara a México. Sin embargo, el trasfondo de todo el problema es puramente económico y de seguridad laboral, perfectamente evitable si Torres hubiese querido.
Dejando a un lado que cualquier accidente o lesión antes del 30-J recaería directamente en los blanquirrojos, dueños de sus derechos la quincena larga que resta de este mes y, por tanto, responsables de hacer frente con un seguro o una asistencia médica a cualquier contingencia. Al parecer, Óliver solicitó trabajar con Rayados a partir de este sábado, lo cual fue autorizado desde las oficinas de Nervión, aunque haciéndole ver que, antes, habría que finiquitarle y, por ende, abonarle su nómina hasta ese ecuador de junio, a lo que el futbolista se negó, exigiendo íntegro su último mes de vinculación, tras cuatro temporadas, con el Sevilla. Ni siquiera es el primero que, habiéndose marchado antes, ha pedido cobrar su sueldo completo. Con el extremeño se ha hecho ver a sus asesores que, más allá de que la situación monetaria en Eduardo Dato no es la más boyante para dispendios innecesarios, la lógica y la legalidad estaban por encima de cualquier gesto para quedar bien.