A sus 39 años, y después 20 de carrera en la elite, Jesús Navas ha colgado las botas este domingo 22 de diciembre en el Santiago Bernabéu. Aún le queda una nueva jornada de emociones con el acto de homenaje que le brindará su Sevilla FC en el Sánchez-Pizjuán el próximo día 30. Pero tras la despedida de la pasada jornada ante el Celta en casa, lo vivido en el feudo del Real Madrid puso también los vellos de punta.
El 'Duende de Los Palacios' saltó al campo por el pasillo de honor que formaban los jugadores de ambos equipos, recibiendo la ovación de todos los aficionados sin distinción. Es una leyenda con mayúsculas del conjunto de Nervión, donde es el futbolista con más títulos (8) y el que más veces ha defendido su camiseta (705); pero también es el jugador que más éxitos ha logrado con la selección española (un Mundial, dos Eurocopas y una Liga de Naciones). Por ello, el coliseo blanco supo reconocer su trayectoria y su carácter con el aplauso unánime, también cuando entró en el césped en el 65 para afrontar sus últimos minutos como profesional.
“Han sido muchos momentos y emociones en toda mi carrera, y hoy una más, con el cariño de todo el mundo. Ha sido increíble, como jugador del Sevilla y de la selección el Bernabéu era como cerrar el círculo. Le doy las gracias a la gente al Real Madrid y a su estadio por el cariño de la afición, porque ha sido impresionante. Lo que he vivido ha sido espectacular. No he visto nada igual en un campo rival. He conseguido muchas cosas, pero este cariño es increíble”, aseguró el capitán sevillista, quien reconocía haber vivido duros momentos, sobre todo en sus inicios, aunque se quedaba con la satisfacción de sentirse querido por todos.
“Lo que me ha caracterizado siempre es la entrega y el sacrificio. Lo he dado todo por mi Sevilla y por la selección hasta el último momento. Estoy muy tranquilo con el trabajo que he hecho y cómo han cogido la idea. Estos últimos tiempos han sido un regalo, ellos han captado la idea de entregarlo todo y hemos tenido ocasiones, ésa es la actitud”, comentó de cara a la 'herencia' que deja en un Sevilla FC en pleno proceso de reconstrucción.
"Levo casi seis meses viendo que esto se acaba, asimilando todo esto. En los dos últimos minutos estaba muy emocionado. Al final, explotas. Me quedo con haber hecho feliz a tanta gente. Únicamente me queda darle las gracias a todo el mundo. ¿La camiseta? La guardaré con cariño por ser la última", añadió, para dejar caer a renglón seguido que seguirá de algún modo ligado a su gran pasión, al ser cuestionado por su futuro: "Mi vida es el fútbol. Llevo cuatro años con la cadera. En este último ha ido a más. Estoy orgulloso de lo hecho”.