No terminan de entender en el Sevilla FC que Diego Carlos esté lanzando guiños al sevillismo cuando es materialmente imposible su regreso a Nervión. Es cierto que Víctor Orta busca 'colocar' a Marcao Teixeira para sustituirle con otro central, aparte de confiar poco en el despertar de Tanguy Nianzou. Se fueron Sergio Ramos y Federico Gattoni, pero no ha habido refuerzos en esa demarcación, por lo que, aunque sólo se afronten dos competiciones y García Pimienta no utilice una línea de tres atrás, se entiende que, en cuanto las salidas lo permitan salarialmente, debe llegar un acompañante del ex del Bayern de Múnich y de Löic Badé y Kike Salas, sin desdeñar que cualquier oferta interesante por cualquiera será estudiada. En esa ecuación no entra el ex del Nantes, con un salario estratosférico en la Premier League (3,4 millones de euros netos, más bonus) del que tendría que perdonar un porcentaje altísimo. Y ni aún así...
Extraña, por ende, que Diego Carlos ande por las redes contestando a sevillistas que dudan de la viabilidad de su repatriación o cambiando su imagen de perfil por una de blanquirrojo. Desde su entorno no aclaran la intención (durante unas horas se pensó que era un 'fake', aunque ha ido dejando muchas pruebas), pero sí dejan claro que el zaguero mantiene amigos en Sevilla y que sigue emocionalmente muy vinculado con el club y la ciudad, a los que querría regresar algún día. En cualquier caso, descartan, obviamente, llamadas o contactos en este sentido para la presente ventana. Por su parte, sueldo aparte, en el hipotético caso de que el Aston Villa quisiera desprenderse de él en forma de cesión y asumir gran parte de sus emolumentos (o que él se abstuviera de cobrarlos), no es el perfil que están buscando ahora mismo en Nervión, siendo un enorme futbolista que se adaptaría rápidamente.
Orta busca un central joven y revalorizable, mejor cedido con opción de compra o libre, que, además, sea rápido para la retaguardia adelantada que plantea García Pimienta y que ha hecho aguas en los primeros amistosos cuando no funcionó la presión alta o la circulación por dentro, sufriendo los Nianzou, Gudelj y Kike Salas en el regreso a su portería por las transiciones del rival de turno. Y, aunque esta coletilla valdría para cualquier rumor en época de fichajes, nunca hay que elevar nada a definitivo, pues estos periodos son propicios para los bandazos, los arrepentimientos y los cambios de opinión. Si se alinean los astros y no cuajan las opciones preferentes (por edad, proyección y precio), Diego Carlos podría pasar en horas de estar descartado a ser una opción. A día de hoy, no hay absolutamente nada en marcha ni pensado para su contración, que apunta a un Fulham que, tras convencer al Villarreal CF por Jorge Cuenca, busca otro efectivo ahí y puede pagar un traspaso elevado.