Iheanacho, en fuera de juego

El delantero nigeriano ha reaparecido en Mendizorrotza tras no participar en los dos últimos partidos y aunque fue de menos a más apenas tuvo protagonismo

Iker CastañoIker Castaño 4 min lectura

Kelechi Iheanacho no arranca. El delantero nigeriano reapareció este viernes en el estadio de Mendizorrotza y lo hizo por pura obligación, después de que Isaac Romero tuviera que ser sustituido en los primeros minutos. El lebrijano se marchó del partido lesionado por su propio pie con claros gestos de dolor después de que le cayera Joan Jordán en la pierna izquierda en la lucha por la posesión del balón. Iheanacho jugó casi todo el partido y aunque fue de menos a más apenas tuvo protagonismo.

García Pimienta mandó rápidamente a calentar a su segundo delantero por si tuviera que participar y así lo hizo finalmente. El nigeriano volvió a vestirse la camiseta de partido del Sevilla FC (club al que llegó este verano) después de dos partidos sin contar minutos, ni ante el Girona (antes del parón) ni contra el Getafe después, comentando el técnico catalán que "venía de un viaje largo y se le notaba muy fatigado, además de que solo pudo participar un entrenamiento tras ir convocado con Nigeria".

Acompañó las jugadas sin peligro

En la primera mitad, tras salir al terreno de juego, hubo poco que destacar, más allá de que se colocó como delantero (acompañado en las bandas por Lukebakio y Peque) y entre los centrales locales Sedlar y Abqar. Apenas intervino en el juego, acompañó las jugadas pero sin peligro. De hecho, en las dos apariciones cerca del descanso estaba en fuera de juego.

Salió en la foto del primer acercamiento peligroso del Sevilla, después de aquel balón que se le escapó a Peque, aunque la jugada de Iheanacho quedó anulada por estar en posición antirreglamentaria. Su compañero Pedrosa le recriminó porque él estaba bien colocado y se la quitó. Antes del descanso, otra acción en la que estuvo en fuera de juego.

Mejora en la segunda mitad, pero sin ser decisivo

En la reanudación algo le debió decir su entrenador García Pimienta, porque salió con otra chispa en la segunda mitad. Apareció más entre líneas, llegando en ocasiones a recibir casi en el medio campo. Cuando la recibía, tocaba de cara y se iba, pero no generó el peligro suficiente para hacer el gol. Cerca estuvo a la hora de juego de rematar un centro de Peque, aunque no llegó. Saúl perdonó después y llegó el segundo del Alavés. Continuó peleando el natural de Imo (Nigeria) pero no terminó de ser decisivo.

Sumó 75 minutos de juego, los que más hasta ahora después de participar 14 minutos ante el Villarreal y 62 contra el Mallorca, y ya supera los 150 minutos en total en seis encuentros, con tres escasas participaciones, la mitad de lo que llevamos de Liga. Desde el club descartan cualquier problema con el estado del punta y se agarran a su proceso de adaptación, incluido el idioma. Hay confianza con él, pero necesita minutos.