No está teniendo precisamente suerte el Sevilla FC con sus extremos. Antes al contrario, quedarse un poco cortos por fuera no ha terminado siendo una buena decisión en lo que a la planificación se refiere, pues Chidera Ejuke no volverá seguramente hasta bien entrado 2025 si, finalmente, pasa por el quirófano para corregir su lesión de alto grado en los isquiotibiales del muslo izquierdo, mientras que, aunque Suso Fernández lleva tiempo ejerciendo más de mediapunta que en los flancos, también vino tocado de Montjuic, aunque de menor importancia en el aductor largo de la misma pierna. El gaditano debe estar disponible tras el parón de selecciones que se avecina, aunque García Pimienta tiene un problema que podría cubrir hasta enero con las reconversiones que obró con Jesús Navas y Juanlu Sánchez. El palaciego ha vuelto con el catalán a la demarcación de sus inicios, mientras que el quinteño alterna como interior también.
Y es que, con la venta extemporánea de Lucas Ocampos al Rayados de Monterrey, quedó un déficit que los técnicos acordaron subsanar en el mercado invernal. Ahora, con el panorama que se presenta en la enfermería, urge fichar un extremo polivalente, ya que Dodi Lukébakio se ha quedado prácticamente solo con la lesión de Stanis Idumbo Muzambo. El también internacional belga de ascendencia congoleña, en su caso sub 21, tuvo que dejar su sitio ante la Real Sociedad al eterno capitán blanquirrojo aquejado de un pinchazo en la zona de la ingle que, aunque se quedó en el banquillo y no requirió de asistencia médica inmediata, pinta a rotura fibrilar. Se marchó por su propio pie, aunque con una visible cojera, en el ecuador del primer tiempo el dorsal 27, que, muy a su pesar, reincide en el gafe de los extremos que está viviendo este curso el Sevilla FC.
Encima, no se prevé una gran inversión en enero, puesto que, aunque el de Quilmes dejó un buen pellizco a última hora, el margen de maniobra que concede LaLiga en cuanto a tope salarial, el conocido como LCPD, es mínimo. Seguramente, tendrá que haber otra salida o, a lo sumo, que el que llegue lo haga, como suele decirse, con 'lo comido por lo servido'. Una cesión desde un equipo importante de alguien sin minutos ni continuidad se antoja como la vía más factible, pues el desfase en las cuentas del club, según la última auditoría, roza los 82 millones de euros. Sin una gran venta (varias, en realidad) y otras operaciones en forma de patrocinadores, el futuro a medio plazo es poco halagüeño, a menos que se retorne pronto a Europa y vuelvan esos ingresos de forma continua. Encima, Jesús Navas, recambio de lujo para el extremo derecho, lleva meses renqueante de una cadera y atisba su retirada a menos de dos meses vista.