El Sevilla FC ha conseguido relajar las aguas deportivas, noveno en LaLiga EA Sports a sólo tres puntos de Europa y clasificado para la segunda ronda de la Copa del Rey, pero el clima sigue siendo igual de irrespirable en el plano institucional. A un lado del cuadrilatero están José María del Nido Carrasco y José Castro, al otro se ajusta los guantes José María del Nido Benavente y en medio siguen grandes familias como los Carrión o los Alés. De puertas afuera nadie dice esta boca es mía, pero entre bastidores cada vez suenan con más fuerza los rumores de conversaciones muy concretas para una posible venta de la entidad. En ese contexto emerge la figura de Fabrice Pastor, exitoso empresario monegasco que prepara con delicadeza su deseado aterrizaje en el palco del Sánchez-Pizjuán sin querer llamar la atención más de lo aconsejable, pero marcándose un máximo de un año para intentar tomar las riendas y reivindicando su capacidad para volver a hacer grande a un club en el que tiene claro que su gestión tendría un marcado sello de Florentino Pérez y de Bernie Ecclestone. 2026 es la fecha que ronda su cabeza. Hasta entonces, pide paciencia y algo más de tiempo para un "presidente joven" como es Del Nido Júnior.
De todo ello ha hablado Pastor en una interesante entrevista concedida al diario El País. En sus sinceras declaraciones, pisa el freno rechazando unas prisas que no suelen ser buenas consejeras y rehusa a entrar a valorar sus recientes encuentros con los Del Nido, padre e hijo. Sin embargo, no duda en admitir que en su hoja de ruta está llegar al Sevilla FC más pronto que tarde: "Sí, tengo pensado entrar en accionariado del Sevilla, pero todavía no es el momento. Aún no podría ser el presidente, porque no vivo en España y fiscalmente no resido aquí; pero entraría con fuerza para llevar el control del club. Le tengo un enorme respeto al Sevilla y, sobre todo, a la afición. Hay que hacer las cosas bien".
"El Sevilla necesita un proyecto de trabajo y eso requiere su tiempo. Yo creo que el actual presidente, alguien joven y con ideas, necesita tiempo; pero también creo que los gestores del Sevilla quieren vender sus acciones", añade Fabrice Pastor, quien asegura que en sus visitas a la capital andaluza percibe la confianza de la afición blanquirroja: "El sevillismo ve en mí tranquilidad. Hay que trabajar bien para que el Sevilla vuelva a ser lo que fue hace nada, uno de los mejores clubes de Europa. La actual guerra no beneficia a nadie, todo el mundo sale perdiendo y se observan malos comportamientos en el palco y las juntas de accionistas". "Estoy convencido de que el Sevilla, con trabajo, tiempo y un buen proyecto, puede codearse con el Real Madrid y el Barcelona para luchar por ganar LaLiga", apostilla, ambicioso.
En 2004, Fabrice vio al AS Monaco presidido por su padre, Michel Pastor, merendarse al Real Madrid de los 'Galácticos' y plantarse en la final de la Champions League. Sin embargo, aquella experiencia no evitó que a día de hoy se declare admirador de Florentino Pérez. Su modelo, si logra su deseo de presidir el Sevilla FC, estará más cerca de las ideas del empresario madrileño que de las de otro gran magnate del fútbol como es Nasser Al-Khelaifi, mandamás del París Saint-Germain francés.
"La actitud de Al-Khelaifi me parece poco inteligente y poco responsable. En cuanto a su gestión en el mundo del fútbol, siempre pienso en lo que pasó en el vestuario del Real Madrid con el PSG en un partido de Champions para definir qué tipo de persona es. Fue dramático. Entró con su director deportivo para decirles a todos que les iba a cortar la cabeza. Se ha gastado 16.000 millones de euros y no ha ganado la Champions. Un buen gestor en el mundo del fútbol es Florentino Pérez", explica, al tiempo que menciona a Bernie Ecclestone, el que fuera jefe de la Fórmula 1, como otro de los espejos en los que se mira como empresario deportivo.
"Quiero lograr el circuito único y ser el Bernie Ecclestone del pádel. No tengo ninguna duda de que lo voy a conseguir. En tres años hemos logrado algo increíble y tengo el apoyo de las televisiones y de importantes empresas", manifiesta Fabrice Pastor, que acaba de impulsar el Máster de Sevilla y se ha ganado un nombre en este popular deporte. Con esa iniciativa, además, ha conseguido pasar más tiempo en la capital andaluza, de la que se declara un apasionado. En este sentido, no sólo sueña con presidir al Sevilla FC, sino que pretende impulsar una necesaria renovación en la ciudad: "Me enamoré de Sevilla hace 31 años, cuando la visité por la Feria de Abril. Sevilla necesita cariño. Hay que quererla más y de otra manera. Es una pequeña Roma, lo tiene todo. No puede ser que cuando aterrizo en Málaga siento que lo hago en Nueva York y cuando lo hago en Sevilla me recuerde a África. Hay que mejorar el aeropuerto de la capital de Andalucía".