Tras un dubitativo arranque de curso, que tuvo en la derrota y la pobre imagen ofrecida ante el Alavés su momento de mayor preocupación, el Sevilla FC logró reconducir la situación antes del parón. Sumar siete puntos de nueve posibles y ofrecer síntomas de una evidente mejoría en su juego han servido para calmar los ánimos. Pero esto no es obstáculo para que se siga trabajando con la idea de poder mejorar la plantilla en el mercado de enero, dentro de las ya conocidas limitaciones económicas.
Como ya informó ESTADIO Deportivo, la idea es poder incorporar a un centrocampista ofensivo, refuerzo que ya reclamó García Pimienta en verano sin que dicha petición pudiese ser satisfecha, y un delantero, habida cuenta de que el nivel de Iheanacho no está siendo el esperado hasta la fecha, lo que deja a Isaac Romero, que aún no ha visto portería, como único ariete de verdaderas garantías.
Víctor Orta tendrá que hilar fino para dar respuesta a las peticiones de su entrenador. Deberá estar atento a las oportunidades que pueda ofrecer el mercado, como jugadores con pocos minutos que busquen un nuevo destino, sin perder de vista a antiguos objetivos que puedan ponerse a tiro. Sin embargo, no parece que sea el momento adecuado para retomar un fichaje que estuvo cerrado en la última ventana de enero: Robert Bozenik.
“Llegamos a un acuerdo, la noticia se filtra y recibimos dos requerimientos judiciales del Boavista con una tercera entidad acreedora por precios superiores al fijado de traspaso con el Sevilla. Eso se tenía que incluir en el contrato. Nos piden tiempo para negociar, se lo damos, buscamos una solución y nos piden dos horas más para negociar esa deuda. No lo consiguen y el jugador no lo podemos firmar, porque eso no está en manos del Sevilla”, aseguró por entonces el director deportivo nervionense, confirmando que fueron los problemas legales del club portugués los que impidieron consumar un traspaso que habría supuesto un desembolso de 5 millones de euros.
Ya el pasado verano, el nombre del internacional eslovaco, que llegó a viajar a la capital hispalense para pasar el examen médico, volvió a estar en la agenda, pero no como una prioridad. Su intención era salir del conjunto luso y hubo negociaciones con el Hellas Verona o el Lecce por unas cantidades similares. Pero tampoco hubo acuerdo y siguió en el país vecino, donde su situación ha dado un vuelco radical.
Cuando Orta se lanzó a por él, Bozenik sumaba 9 goles en la primera mitad de la temporada. A partir de febrero, sólo hizo dos tantos más, parando su contador en seco el pasado 13 de abril. Desde entonces, no ha vuelto a ver portería con los ajederezados. En la actual campaña, ha sido titular en las 8 jornadas de la Primeria Liga y sólo se ha perdido 12 minutos, pero no ha anotado ningún gol ni ha asistido a otro compañero, lo que ha hecho que arrecien las críticas. Incluso, ha perdido el sitio en la selección de Eslovaquia, con la que tampoco marca desde junio, antes de la Eurocopa, quedándose sin jugar en el último partido ante Azerbaiyán en el reciente parón.
Con contrato hasta 2026, el futuro del ex del Feyenoord es una incógnita, pero el club de Oporto podría haber visto pasar el tren de un jugoso negocio debido a los citados problemas legales que le impidieron su llegada al Sevilla FC. En su actual situación, bien podría ponerse a tiro si dichos impedimentos quedan resueltos, aunque mucho tendrían que cambiar sus actuales números para que de verdad fuese un refuerzo que pueda traer los goles que se buscan.