Óscar Murillo4 min lecturaHa firmado un gol y seis asistencias en 18 partidos oficiales, aún con 1.332 minutos de bagaje por culpa de una lesión de alto grado en el bíceps femoral del muslo izquierdo que le tuvo en el dique desde finales de septiembre hasta su reaparición a primeros de diciembre. Pero las estadísticas indican que, siempre que anduvo disponible, ha sido fijo para García Pimienta, amén de un líder del vestuario del Sevilla FC. De hecho, pese a firmar el verano pasado, Saúl Ñíguez es uno de los capitanes y hombre fuerte ya junto a Nemanja Gudelj, habida cuenta de que Jesús Navas colgó las botas a finales de 2024 y que tanto Marcao Teixeira como Suso Fernández no cuentan para el entrenador. En cambio, el ilicitano ha partido de inicio en diez de los once encuentros de lo que se lleva de 2025, perdiéndose el otro (ante el Real Valladolid) sólo por acumulación de amonestaciones.
Su rendimiento, eso sí, no termina de convencer más allá del cuerpo técnico blanquirrojo, por lo que muchos cuestionan la anunciada permanencia del '17' el próximo verano. Y es que, como es bien sabido, Saúl, el Atlético de Madrid y el Sevilla FC pactaron que los dos últimos ejercicios de contrato los pasaría cedido en Nervión, asumiendo los colchoneros la mayor parte de su sueldo (unos cinco millones de euros anuales) y dejando sólo dos millones (cuatro en total, por ende) como cargo a las arcas hispalenses. Así seguirá siendo salvo que el mediocentro y/o la entidad andaluza decidan separar sus caminos, pues ambos tienen cláusulas de escape hasta el próximo 30 de junio de 2025 para no continuar unidos hasta 2026. En tal caso, según avanza el periodista Rubén Uría en su podcast. Amortizado ya por el Cholo, que ha pedido a Rodrigo Bentancur para la parcela ancha, sólo tiene tres opciones: seguir siendo sevillista, rescindir en el Metropolitano o buscar un nuevo destino.
Hasta la fecha, la decisión en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán no es firme, entendiéndose el silencio administrativo como que todo permanecería como hasta ahora, aunque aún puede haber cambios, dependiendo de quién gobierne la entidad (en principio, de la junta de este jueves no se esperan giros drásticos), quién se siente en el banquillo (García Pimienta renovó hasta 2027, todo sea dicho), el propio futuro de Víctor Orta (tentado recientemente por el Spartak de Moscú y en tela de juicio aquí por parte de la opinión pública) y las ofertas que pueda recibir Saúl de torneos emergentes. "Salvo sorpresa muy muy grande, todo apunta a que va a seguir un año más en el Sevilla", desvela Uría, que tiene claro, según sus fuentes colchoneras, que no volverá a jugar con la camiseta del Atlético de Madrid opte por lo que opte el club de Eduardo Dato.
