Cinco años después de su último tanto, Jesús Navas anotaba este sábado un golazo en el minuto 23 que significó, a la postre, la primera victoria de la temporada 24/25 para el Sevilla FC, cortando una racha de cuatro derrotas seguidas en casa y de ocho jornadas sin ganar (entre el final del curso anterior y el arranque de éste). Poco más de una hora aguantó sobre el terreno de juego el ahora, de nuevo, extremo blanquirrojo, que reconocía luego en zona mixta que "hace dos días no podía ni andar" y que forzó por enésima vez por amor a unos colores de los que se despidió inicialmente hace cuatro meses, denunciando que no había recibido oferta alguna de renovación, aunque la situación se recondujo pocas horas después y el palaciego acordó seguir de forma vitalicia ligado a la institución, pero jugar únicamente hasta el próximo 31 de diciembre de 2024. Para dejar claro que nunca fue (quién osa dudarlo...) una cuestión de dinero, prometió donar lo que cobraría hasta entonces.
A la finalización del duelo ante el Getafe CF, el propio entrenador nervionense, García Pimienta, admitió los problemas que había sufrido el carrilero durante la semana y que hasta llegó a asustarse por no poder siguiera sentarse a jugar con sus hijos: "Hace dos días, estando en el despacho, aparece el doctor muy temprano y me dice que ha llamado Jesús diciéndole que, tras la siesta, no podía caminar. Vino al día siguiente y me comentó que había dormido mejor. Se probó, se entrenó bastante bien y le dije que quería que jugara de inicio. Lo ha hecho, ha jugado muy bien y ha metido el gol. Luego, de broma, le he dicho que, si mete el segundo, no lo habría cambiado. Es un ejemplo en todos los sentidos. Tiene cerca de 40 años. La gente joven debe aprender de él, porque da el máximo siempre y es el primero siempre en todo. Y con una sonrisa. Ojalá seamos capaces de convencerle para que esté aquí toda la temporada, y que le permita aguantar su cadera, porque lo merece"
No es sólo el preparador catalán, sino decenas de empleados del club, desde fisios a miembros de su 'staff', futbolistas y directivos. Todos intentan persuadir al capitán sevillista para que exprima al máximo su última campaña en activo. "¿Dónde vas a ir si no? ¿A la grada? No te lo crees ni tú", le dice de vez en cuando con sorna una persona muy allegada a quien Navas considera casi de su familia. Sin embargo, según insisten desde su entorno a ESTADIO Deportivo, la decisión está tomada y no tiene vuelta atrás. Su artrosis en la cadera derecha, que le lleva lastrando de manera creciente desde la pandemia (va ya para cuatro años), podría llegar a afectar de manera permanente a la movilidad de sus miembros inferiores, por lo que está en riesgo su salud. El de Los Palacios, que comunicó el mes pasado su retirada de la selección tras un ciclo glorioso, se lo habría prometido a su familia, por lo que el porcentaje de opciones de que esté jugando en enero "es casi de cero", pero "encontrará cómo seguir ayudando desde fuera".