Cada día que pasa, la posibilidad de que el Sevilla FC consiga la cesión de Ansu Fati es cada vez menor, fundamentalmente por un aspecto monetario. ESTADIO Deportivo avanzaba la semana pasada que el propio presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha vetado esta posibilidad, con la creíble coartada económica, aunque con el resquemor como telón de fondo por las malas relaciones entre ambas entidades desde finales de 2023 al posicionarse los dirigentes blanquirrojos en su contra por el 'caso Negreira'. Así las cosas, de no mediar un comunicado o rectificación pública ahora que ha sido exculpado, el rector azulgrana hará todo lo posible por que su delantero termine en cualquier otro destino, por mucho que su padre, Bori Fati, insista en una vuelta a sus orígenes (militó en Nervión durante varios meses antes de ser culé) para relanzar la carrera del hispano-guineano.
De cualquier manera, desde la Ciudad Condal primarán las vías de gestión que les supongan un mayor beneficio y/o ahorro, entre otras cosas porque el atacante cobra ocho millones de euros brutos y en la capital hispalense apenas podrían hacerse cargo de un 20-25% de la ficha, por el 80% que asumió el Brighton. Por eso mismo, aunque el propio Ansu ha dejado claro que realizará la pretemporada para convencer al nuevo entrenador, Hansi Flick, de que tiene hueco en sus esquemas, tanto el alemán como Deco prefieren aprovechar el caché que aún tiene el joven futbolista para abaratar otras operaciones prioritarias. En este sentido, 'Sport' apunta que el reciente sondeo por el de Bissau por parte del Bayer Leverkusen habría sido aprovechado para incluirlo dentro de los que podrían salir para compensar la pérdida del lateral derecho de los teutones Jeremie Frimpong, autor de 14 goles y 12 asistencias con el bicampeón de Alemania.
Con un valor de mercado de 50 millones de euros (el doble que el punta), el neerlandés de ascendencia ghanesa tiene 23 años, dos más que Ansu. Parece que Xabi Alonso sería uno de los principales responsables y avales de Fati, al que cree que, con más ritmo y olvidado su bucle de lesiones, puede extraer un gran rendimiento. Por supuesto, para el retorno a la Champions League del Leverkusen, el ex mediocentro madridista querría conservar la columna vertebral del equipo que solamente ha perdido un encuentro en toda la temporada 23/24 (la final de la Europa League ante el Atalanta, que impidió el triplete). En principio, los germanos pretenderían una cesión con opción de compra del atacante, aunque estarían abiertos también a un traspaso que no superara los 10 kilos por el amplio margen de mejora que tiene el jugador criado en Marinaleda.