La de este pasado domingo fue una tarde cargada de emotividad en el Santiago Bernabéu. De manera merecidísima, el Real Madrid y su afición se han ganado numerosos elogios del sevillismo por su espectacular homenaje a Jesús Navas, en un tributo sin precedentes para un futbolista del equipo rival. "Parece que lleva 20 años jugando en el Madrid", decía Guti en la retransmisión de DAZN, seguramente celoso por una despedida que ese estadio no dedicó a leyendas de su propio club como el propio excentrocampista, Sergio Ramos, Iker Casillas o Cristiano Ronaldo. Todos ellos se marcharon de manera discreta. El capitán del Sevilla FC, en cambio, recibió un pasillo de honor, una camiseta firmada, abrazos de todos los jugadores y técnicos, ovación cerrada de todo un estadio puesto en pie y sin parar de corear su nombre, pancartas, camisetas... Eso sí, como suele decirse, no todo el monte es orégano.
El señorío que la afición madridista demostró en su honorable tratamiento hacia la retirada de Navas contrasta de manera radical con los enésimos insultos que el Sevilla FC, como equipo e institución recibe cada vez que visita el Paseo de la Castellana. Como pudo captar la cámara de Álvaro Muñoz, compañero de Zona Mixta, un amplio sector del graderío del Bernabéu cantó en varias ocasiones (en la previa y tras los goles) "A Segunda, oe, a Segunda, oe" entre otros improperios ya habituales en cada visita a la capital de España para jugar contra Real o Atlético -aún colea el triple "A chuparla" que le ha salido gratis a Josema Giménez-.
En honor a la verdad, también el Real Madrid y sus hinchas se llevan lo suyo cuando les toca jugar como visitantes en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Es más, desde el 'gallinero' del Santiago Bernabéu en el que estaban instalados los aficionados nervionenses desplazados a Madrid no dudaron en responder con inmediatez a los cánticos que deseaban un descenso del Sevilla FC. El método elegido para devolver la mofa fue mucho más irónico y se pusieron a cantar al unísono un "Balón de Oro; Vinícius, Balón de Oro".
El siempre controvertido delantero brasileño, que era baja por sanción en este encuentro de la jornada 18 en Primera división -última cita de este 2024-, ni siquiera estuvo en el estadio y se marchó a Estados Unidos para disfrutar de una jornada de NFL; pero en cada partido escucha comentarios de este estilo llamándole también 'Balón de Playa' como sorna por el trofeo a mejor jugador del mundo que perdió de manera totalmente inesperada en favor de Rodrigo Hernández, centrocampista del Manchester City y de la selección española. Pequeños piques que ponen sazón al fútbol siempre que no se vayan de madre y que, además, fueron compensados con el unánime reconocimiento a la figura de Navas.